Efecto de las planicies de marea en la distribución de metales disueltos, y su utilidad como indicadores de calidad ambiental: estuario de Bahía Blanca, Argentina.

SANDRA BOTTE; MARIA NEDDA CHIARELLO; RAUL ASTEASUAIN; ABEL ASTEASUAIN; JAVIER ARLENGHI; LILIANA DEL BLANCO; JORGE MARCOVECCHIO

Mar del Plata

Congreso; V Congreso Iberoamericano de Física y Química Ambiental; 2008

Sociedad Ibero-Americana de Fisica y Quimica Ambiental

La contaminación de los ecosistemas marinos costeros ocurre principalmente como consecuencia de los procesos antrópicos que allí se concentran. La misma puede deberse a la introducción de elementos inorgánicos que interfieren en el ciclo natural de sustancias y compuestos dentro de un determinado ambiente. Por ejemplo, muchos metales pesados ingresan a los sistemas acuáticos y se acumulan mayoritariamente en los sedimentos costeros, logrando un equilibro dinámico con el agua subyacente. El contenido de metales disueltos en un determinado momento depende no solo de entradas puntuales sino también de variaciones en el pH, salinidad y potencial redox del medio acuoso, que inducen a su vez cambios en la especiación química de los metales. Las planicies de marea son muy extensas en todo el litoral marino argentino, ocupando el segundo lugar las correspondientes al estuario de Bahía Blanca. Este ambiente particular está afectado por un sistema de marea semi-diurna.. En el sitio seleccionado (Puerto Cuatreros) se tomaron 12 muestras bimestrales durante el periodo 2004-2006, en dos situaciones distintivas: bajamar (columna de agua sub-superficial y agua intersticial del intermareal) y en pleamar (solo agua de columna). En las muestras filtradas (0,63 µm) se determinó la presencia de 7 metales pesados mediante complejación y extracción con solventes orgánicos y Espectrometría de Absorción Atómica. El rango de concentraciones (ppb=μg/L) para cada metal varió entre Cd: 0,22-0,78 ; Pb: 0,45-13,57 ; Cr: 0,48-8,31 ; Ni: 0,89-18.44 ; Cu: 0,49-2,66 ; Zn: 2,41-13,94 ; Fe: 3,17-10,37. El único elemento que siempre dio valores detectables fue el cobre, el resto de los metales disueltos mostraron con un alto grado de dispersión varios contenidos inferiores al límite de detección del método. Estos resultados no permiten evidenciar (diferencias no significativas para casi todos los metales) una clara distribución entre los dos estados de marea que influyen sobre las extensas planicies ni con respecto al agua intersticial. Sin embargo el 63% de los metales tienden a mostrar una presencia superior en el agua de columna durante la marea baja, y ninguno presentó las máximas concentraciones medias durante la pleamar. En comparación a valores previos (tres años antes) registrados en el mismo sitio los metales Cr y Ni fueron los que mostraron un incremento considerable, tanto las correspondientes a bajamar como las de agua intersticial (de 1,95/1,97 μg/L a 5,04/4,43 μg/L y de 1,10/1,66 μg/L a 4,48/5,05 μg/L, respectivamente). Las concentraciones halladas sugieren que las planicies de marea recibirían poco aporte de elementos contaminantes en cada inundación, dado loa bajos valores hallados en pleamar y en el agua intersticial. Esta investigación aporta al conocimiento de distribución de los metales que los ciclos de marea son una importante herramienta en la caracterización de las planicies, principalmente en lo que respecta a su zona intermareal.