INVESTIGADORES
PICCOLO Maria Cintia
congresos y reuniones científicas
Título:
Sudestadas, tormentas y otros eventos severos en ciudades costeras del Sudeste de provincia de Buenos Aires, Argentina.
Autor/es:
GARCÍA, M.C.; PICCOLO, M.C.
Lugar:
Bahía Blanca
Reunión:
Jornada; VII Jornadas de Ciencias del Mar y XV Coloquio Argentino de Oceanografía; 2009
Institución organizadora:
Instituto Argentino de Oceanografía y CNIAPSO
Resumen:
El objetivo de este trabajo fue caracterizar las sudestadas y tormentas que afectan a las ciudades de Mar del Plata y Necochea-Quequén. Se determinó su frecuencia, intensidad, duración, variabilidad espacial, situaciones sinópticas que las originaron, distribución estacional y anual, daños en el sistema natural o socioeconómico, etc. Se analizaron 417 registros de sudestadas, tormentas y otras manifestaciones meteorológicas entre enero de 1971 y diciembre de 2007. Todos estos eventos fueron elegidos debido a que por su intensidad y consecuencias, pusieron en riesgo a personas, bienes, equipamientos o producciones en las ciudades citadas en más de una oportunidad. Se consideró sudestadas fuertes y muy fuertes a aquellas con vientos de más de 43 km/h y más de 75 km/h, respectivamente. En todos los casos las precipitaciones fueron superiores a 50 mm. Para las tormentas, los umbrales pluviométricos considerados fueron: +1mm/minuto; +50 mm/día y +150 mm/día. Se clasificaron a partir de la propuesta de Ilarduya Fernández (2005), que diferencia: F-1 daños físico naturales muy graves; F-2 daños físico naturales menos graves; S-1 daños socioeconómicos muy graves; S-2 daños socio-económicos menos graves. Se reconocieron 84 sudestadas y 333 tormentas en el período 1971-2007. La media fue 2,2 sudestadas por año. El 65% se produjo entre abril y octubre, más del 50% fueron muy fuertes y las más intensas en junio, con vientos superiores a 100 km/h. El 25% superó los 100 mm. La duración media fue de 2 días y el máximo, 5 jornadas. El 61,5% combinaron daños físico -naturales y socio-económicos muy graves, en tanto que el 38,5% generaron efectos socio-económicos graves. Se observó una media anual de 5,4 y 3,6 tormentas en Mar del Plata y en Necochea –Quequén, respectivamente. En ambas ciudades, dominaron las tormentas estivales. Su frecuencia se incrementó en las dos últimas décadas. Un 15% de las tormentas sobre la urbe marplatense precipitó más de 100 mm, con vientos de 100 km/h o más, con porcentajes ligeramente inferiores en Necochea-Quequén. La mayor parte de los eventos provinieron del S-SW, del W y del N-NW, vinculados a procesos convectivos, pasajes frontales, líneas de inestabilidad y/o de ciclogénesis, especialmente en verano y en primavera y otoño. Al menos 8% de las tormentas estivales fueron severas. Estos resultados justifican tomarlos en cuenta a la hora de planificar la ocupación y usos del suelo urbanos.