INVESTIGADORES
FERNANDEZ Victor Ramiro
capítulos de libros
Título:
Repensando el Nuevo Regionalismo en América latina. Desde el aislacionismo intra-territorial hacia una estrategia de desarrollo integradora. (CAPÍTULO IX)
Autor/es:
FERNÁNDEZ, V.R.; AMIN, A.; VIGIL, J.I. (COMPS.)
Libro:
Repensando el desarrollo regional. Contribuciones globales para una estrategia latinoamericana
Editorial:
Miño & Dávila
Referencias:
Lugar: Ciudad de Buenos Aires; Año: 2008; p. 429 - 480
Resumen:
En los últimos quince años, y luego del seminal trabajo de Porter (1990), hemos asistido a una gran cantidad de aportes académicos vinculados al fenómeno de los clusters (CLs) que han enriquecido y alimentando la perspectiva del desarrollo regional y territorial, al tiempo que han convertido a ese concepto de cluster –junto a otros como distritos industriales (Bagnasco, 1977; Brusco, 1982; Becattini, 1992), melieu innovatiors (Maillat, 1995; Camagni, 1991; Capello, 1999) y regiones aprendientes (Lundval, 1992; Johnson y Lundvall, 1994)– en un “ícono”. Luego del irreversible colapso de la era fordo-keynesiana, cuando las regiones y localidades fueron restringidas a actuar como poleas de transmisión en las acciones emprendidas desde los ámbitos nacionales (Jessop, 1999), (Brenner, 2003), esos aportes académicos contribuyeron decididamente a colocar dichas instancias territoriales en los ámbitos centrales y privilegiados desde los que se piensa la competitividad y el desarrollo y se analiza la inserción en los procesos de globalización (Omhae, 1995), (Scott; Storper, 2003). Para el arribo a esas conclusiones, una buena parte de las contribuciones académicas se preocupó por mostrar cómo, en el marco de una economía basada en el conocimiento (Neef, 1997), (OCDE, 2001), los procesos de aglomeración y la proximidad habían pasado a actuar como fuentes centrales desde donde podían ganar lugar las dinámicas de aprendizaje e innovación y, a través de ello, solidificarse la competitividad de empresas y territorios (Malmberg, 1997), (Maskell, 2001a), (Feldman, 1999). No es exagerado, en tal sentido, afirmar que la búsqueda de conexiones entre proximidad, dinámicas territoriales, aprendizajes colectivos e innovación se ha transformado en los últimos diez años prácticamente en una obsesión de académicos y formuladores de políticas vinculados al desarrollo (Hudson, 1997).  Sin embargo, el continuado avance (teórico-empírico) en el uso de dichos conceptos, tendiente a lograr mayores niveles de competitividad regional, fue acarreando serias debilidades o, si se quiere, presentó un conjunto de “fallas de origen”, ubicadas en la concepción misma de aquellas contribuciones académicas y asunciones institucionales.  En un trabajo reciente se han remarcado tres de esas debilidades, indicándose que daban lugar a la emergencia de una “plataforma problemática” (Fernández; Vigil, 2006) basada en: i. la tendencia a abordar la perspectiva del cluster usando (y abusando) de conceptos confusos y herramientas ambiguas que permiten considerar como CL a cualquier aglomeración productiva y especializada, y a partir de ello realizar “selecciones arbitrarias” para el análisis basadas en casos exitosos con trayectorias reconocidas; ii. a su vez, la tendencia a evaluar el fenómeno de cluster presuponiendo su composición como una unidad homogénea y territorialmente compacta; iii. finalmente, la propensión a analizar los fenómenos empíricamente desde su interior, eludiendo la consideración del rol de las dinámicas de los niveles macro-nacional y meso-regional y su significación para la propia dinámica del cluster. Con el objeto de avanzar en el tratamiento de estas debilidades detectadas, se hace necesario considerar tres aspectos esenciales: a) finalizar la confusión metodológica y conceptual, elaborando criterios claros de determinación de aglomeraciones productivas que tomen un marco de referencia más amplio, evitando las selecciones arbitrarias de casos exitosos; b) iniciar una nueva fase de estudios empíricos con capacidad –y amplitud– para considerar la heterogeneidad existente en los sistemas productivos territoriales (SPT) y las relaciones asimétricas entre los actores económico-productivos y los institucionales, así como las relaciones del cluster con su respectiva cadena de valor; y c) finalmente analizar la existencia y comportamiento de los CLs en el contexto no sólo de las relaciones interinstitucionales, sino también de las transformaciones operadas a nivel macro-nacional y meso–regional.