INMIBO ( EX - PROPLAME)   14614
INSTITUTO DE MICOLOGIA Y BOTANICA
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
ESTRATEGIAS NATURALES PARA LA PREVENCION DE LA CONTAMINACION FUNGICA DE TOMATES EN POSTCOSECHA
Autor/es:
VAQUERA, SANDRA; TERMINIELLO, L.; PATRIARCA, ANDREA; FERNÁNDEZ PINTO, VIRGINIA
Revista:
Boletín Hortícola
Editorial:
Facultad de Ciencias Agrarias y Forestales de la Universidad Nacional de La Plata
Referencias:
Lugar: La Plata; Año: 2011 vol. 16 p. 134 - 136
ISSN:
0328-719X
Resumen:
ESTRATEGIAS NATURALES PARA LA PREVENCION DE LA CONTAMINACION FUNGICA DE TOMATES EN POSTCOSECHA Aplicación de tratamientos suaves de preservación combinados con extractos de plantas para controlar las enfermedades causadas por Alternaria en tomates. Sandra Vaquera*, Laura Terminiello**, Andrea Patriarca* y Virginia Fernández Pinto*. * Departamento de Química Orgánica, FCEN- UBA. ** Departamento de Calidad de Alimentos de Origen Vegetal ? Sanidad Vegetal (MAA) Introducción El tomate constituye uno de los vegetales más utilizados en el mundo con uno de los mayores volúmenes de procesamiento. El destino principal es para consumo fresco en el mercado interno, si bien el porcentaje destinado a la industria, donde se utiliza para la elaboración de puré de tomate, pulpa, jugos, salsas, etc., es importante (35-40% de la producción total). La producción de tomate se encuentra distribuida a lo largo de todo el país, excepto en el sur de la Patagonia. Las provincias de Mendoza, San Juan, Santiago del Estero, Catamarca y Río Negro se dedican principalmente a la producción de tomate para uso industrial (tomate tipo perita). En cambio el tomate redondo para consumo fresco se produce en Buenos Aires, Salta, Jujuy, Tucumán, Corrientes, Santa Fe y otras provincias. Es la hortaliza que mayor superficie ocupa en la producción bajo invernáculo en la Argentina . Debido a su delgada piel, los tomates son muy susceptibles al deterioro fúngico, y Alternaria es uno de los hongos más comúnmente hallados en tomates mohosos. Alternaria alternata es el agente causal del ?enmohecimiento negro? del tomate, una enfermedad que frecuentemente causa sustanciales pérdidas de los frutos, especialmente afectando aquellos que son utilizados para enlatados o conservas. Esta enfermedad se caracteriza por lesiones que aparecen sobre la superficie de frutos de tomates maduros. Las lesiones son grises a negras, y varían desde pequeños lunares superficiales a grandes lesiones hundidas, más o menos circulares, con deterioro que se extiende dentro de la pared hasta llegar a las semillas. En nuestro país, la podredumbre negra causada por Alternaria es una enfermedad de postcosecha que causa la tercera parte de las pérdidas de origen sanitario registradas en el Mercado Central de Buenos Aires. En particular, dentro de las enfermedades de postcosecha en tomates procedentes del periurbano bonaerense la podredumbre por Alternaria causa el 25% de las pérdidas, ocupando el segundo lugar luego del daño mecánico (Mangione et al., 2008). Durante la colonización del vegetal, el patógeno puede producir compuestos tóxicos, las micotoxinas, que se acumulan en las partes comestibles de la planta y son peligrosos para la salud humana. Se han encontrado altos niveles de micotoxinas de Alternaria en frutos y vegetales, tales como manzanas, mandarinas, pimientos, aceitunas y tomates. Considerando que las especies de Alternaria son las más frecuentes contaminantes de tomates, y teniendo en cuenta su potencial tóxico, la presencia de este hongo en tomates y productos derivados debe prevenirse. La fruta, consumida mayoritariamente en fresco al ser un producto perecedero, precisa de una tecnología lo más adecuada posible para su conservación, manteniendo en el tiempo sus características sensoriales y su apariencia. Se dispone de una gran variedad de herramientas para reducir el crecimiento de microorganismos en diversos tipos de alimentos. La eficacia de tratamientos de lavado y uso de sanitizantes depende de varios factores, como las características de la superficie del fruto, la calidad del agua de lavado, el sanitizante empleado, el tiempo de contacto y el uso de acción mecánica. El concepto de la utilización de múltiples métodos de intervención se basa en la aplicación de dos o más tecnologías de preservación para prevenir el deterioro de los alimentos. Una gran cantidad de fungicidas ha sido utilizada para extender la vida útil de los productos frescos; sin embargo, existe una tendencia cada vez mayor del consumidor a optar por productos orgánicos. En este marco, los aceites esenciales de plantas, las oleoresinas y los extractos vegetales podrían ser una alternativa viable. En combinación con otros métodos de bajo impacto ambiental, como lavados previos con soluciones de ácidos orgánicos, podrían tornarse una excelente alternativa para preservar frutos y vegetales.