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Capítulo 8 Las actividades de defensa y reparación del cuerpo EL SISTEMA INMUNE El Residente en Infectología recibió a su paciente, un hombre de 23 años con antecedentes prolongados de drogadicción y promiscuidad. Presentaba pérdida de peso, infecciones repetidas de las vías respiratorias, linfoadenopatías dispersas y marcado deterioro general. La presunción clínica, luego corroborada por los estudios complementarios, fue que padecía de SIDA (Síndrome de Inmuno-Deficiencia Adquirida). El sistema inmune (SI) de los metazoarios, en particular de los vertebrados, ha evolucionado de un modo tal que le permite a cada individuo, luego de su nacimiento, desarrollarse y reproducirse en un ambiente potencialmente hostil. Para ello debe ser capaz de reconocer lo propio de lo ajeno, en términos moleculares. Esto le hará posible convivir con sus propias moléculas y neutralizar, de varias maneras, el efecto lesivo de las moléculas extrañas. El SI de los vertebrados superiores está compuesto por una variedad de células morfológica y funcionalmente diferentes, que se diferencian a partir de células primordiales pluripotenciales (células madre = stem cells). Todas las células del SI deben interaccionar constantemente entre sí por lo que necesitan movilizarse para poder ejercer sus funciones efectoras en forma eficiente en todos los sitios del organismo. Estas interacciones pueden estar mediadas por contacto físico o a través de diversas moléculas o factores solubles que ejercen su función en células con receptores específicos. Las células que forman el SI se organizan a su vez en tejidos y órganos, estructuras que reciben el nombre genérico de sistema linfático. Los tejidos y órganos linfoideos se pueden dividir en primarios o centrales, y secundarios o periféricos. Los órganos primarios son los lugares de la linfopoyesis (generación del repertorio de células vírgenes), los periféricos son los lugares de expansión y diferenciación de linfocitos de memoria y linfocitos efectores. En situaciones en que se presentan patologías tales como tiroiditis, sinoviositis, pancreatitis se consideran también órganos linfoideos terciarios, en alusión a las organizaciones linfocitarias formadas en dichos tejidos. Para que se desarrolle una respuesta inmune eficiente debe haber participación de: 1. Órganos linfoideos primarios: Médula ósea y timo 2. Órganos linfoideos secundarios: Ganglios linfáticos (GL), bazo, amígdalas, y tejido linfático asociado a mucosas (MALT). 3. Circuitos de recirculación de células: Constituidos por vasos linfáticos y sanguíneos que le permitirán a los distintos tipos de linfocitos y células presentadoras de antígenos (CPA) interaccionar entre ellos y generar una respuesta inmune.