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En sumerio, la terminología referida al Inframundo resulta abundante. No obstante, el vocablo que aparece con mayor frecuencia es kur, representado con el signo cuneiforme y cuyo significado es ?montaña? o ?región montañosa?, pero, dada su polisemia, también indica ?país (extranjero o enemigo)?, ?oriente?, ?oriental?, etc. Otros vocablos para señalar el Inframundo son a-ra-li, ganzer, iri-gal, ki-gal y kur-nu-gi4. Sin embargo, en la literatura, el término más habitual es kur o kur-nu-gi4 (?Tierra sin retorno?); y, la descripción del tránsito hacia éste, es marcada como traumática e, incluso, la topografía de la vida póstuma está habitada por imágenes lúgubres, donde la arcilla se señala como el pan de los difuntos. Por el contrario, la evidencia arqueológica y los textos administrativos aportan una visión más positiva que la ostensible por medio de la literatura. En nuestra comunicación, discutiremos a partir de una lógica doblemente trans-textual y trans-material de qué manera el Inframundo, en tanto ?Tierra de los muertos? o ?Tierra sin retorno?, es descripto como un espacio conectado con el mundo de los vivos a través de un orificio (o tubo) que se realizaba debajo de los sitios de vivienda e, incluso, en templos y/o construcciones adyacentes. Nuestro objetivo será discutir y entrecruzar la información proporcionada por fuentes epigráficas (administrativas, monumentales y literarias) en paralelo con la evidencia material para entender de qué manera el Inframundo se enlaza con la vida social (y, por consiguiente, se manifesta como una proyección subterránea de la anterior) y se concibe como el sitio privilegiado para la instancia póstuma.