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En los capítulos finales de la gran obra de Charles Darwin (1859) se trata un conjunto de conceptos centrales para esta presentación. El núcleo del legado de Darwin consiste en la vinculación entre tiempo, espacio y cambio articulada a partir de la selección natural. La teoría de la evolución tiene una incidencia clave en distintos niveles de la práctica arqueológica que constituyen un programa de investigación (en el sentido de Imre Lakatos). Esto va desde una instancia básicamente teórica, asociada a diversos marcos de trabajo actualmente en boga, a un nivel de rango medio o cinturón protector del núcleo de la teoría, compuesto por conjuntos de modelos básicamente complementarios: depredación óptima, transmisión cultural, señalización costosa, entre otros. El objetivo principal de esta presentación es explorar el potencial de integración de distintos modelos ubicados en este nivel de rango medio. Esto implica, principalmente, operativizar estos modelos a nivel del registro arqueológico. El aporte de las escalas amplias de trabajo es fundamental en este sentido, ya que el espacio es la dimensión donde se evalúa la intersección entre modelos de transmisión cultural y genética. Las trayectorias temporales en la expresión de diversos indicadores arqueológicos proveen la base para discutir el cambio cultural, que puede o no ser adaptativo para las poblaciones humanas. La combinación de modelos de depredación óptima y transmisión cultural permite situar el análisis del cambio cultural en un marco que evalúe la información disponible en un sistema, limitando el alcance del supuesto de la existencia de información completa en el nivel del individuo (usual en los modelos de optimización). Este conocimiento del paisaje influye en ocupaciones posteriores creando restricciones a la adaptabilidad y su evaluación a partir del estudio de paisajes arqueológicos. Exploramos estos aspectos a partir de dos casos arqueológicos procedentes de Patagonia meridional y septentrional respectivamente, que son tratados desde la perspectiva de paisajes arqueológicos e integrando conceptos biogeográficos clave. En este contexto, se plantea que los modelos de transmisión cultural tienen un rol importante en el proceso de aprendizaje de un paisaje, que incluye a los diferentes recursos necesarios para la subsistencia y reproducción de una sociedad.