IMHICIHU   13380
INSTITUTO MULTIDISCIPLINARIO DE HISTORIA Y CIENCIAS HUMANAS
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Reflexiones sobre la promoción de desarrollo local en barrios segregados del sur de la CABA
Autor/es:
MARÍA EUGENIA GOICOECHEA
Libro:
Movilidad y Pobreza II. Una prioridad en la agenda metropolitana
Editorial:
Facultad de Arquitectura, Diseño y Urbanismo - Universidad de Buenos Aires
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2014; p. 231 - 264
Resumen:
Con el propósito de estimular el desarrollo en el sur de la ciudad, desde el año 2001 el Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires (GCBA) viene impulsando una serie de medidas de ordenamiento urbano tendientes a fomentar economías de aglomeración en Industrias Creativas . En esta línea se destacan: el Distrito del Diseño, en el barrio de Barracas (2001); el Polo farmacéutico, en Lugano (2005); el Distrito Tecnológico, en Parque Patricios (2008); el Centro logístico, en Villa Riachuelo (2012) y el Distrito de las Artes en el barrio de La Boca (2012). Estos remiten a intervenciones territorialmente focalizadas, a partir de las cuales el gobierno local delimita un polígono (identificado como distrito o cluster) donde promueve la localización de empresas que desarrollan este tipo de actividades. De esta manera, los distritos son presentados como nuevos ejes de ordenamiento territorial que permiten especificar un perfil productivo en la zona: mejoran los estándares de calidad, permiten desarrollar circuitos de producción de bienes intermedios; ayudan a alcanzar nuevos y mayores mercados, ampliando la escala; y reportar mayores beneficios a las unidades económicas que allí se asientan. A los objetivos de crecimiento económico en estos distritos productivos, el GCBA ha incorporado otros de promoción urbana a partir del estímulo de inversiones inmobiliarias públicas y privadas. En términos del Ministro de Desarrollo Económico del GCBA ?Los clústers conforman el mapa productivo para una Buenos Aires Creativa, moderna, con vecinos orgullosos e inserta en el mundo (?) son la mejor fórmula para agregar empleo de valor, mejorar la infraestructura de los barrios y promover el turismo, produciendo también un alto impacto en la economía porteña? (GCBA, 02/09/2011). Desde la publicación del Plan Urbano Ambiental del GCBA en 2001, la zona sur de la Ciudad ha sido identificada como un área de intervención prioritaria . En este marco, ha sido el eje central de estas iniciativas de intervención territorial que, por su parte, se caracterizan por ser de tipo top-down (planificados e implementados desde el gobierno local hacia el territorio). En consecuencia, comienza a observarse (aunque aún de manera tendencial) una nueva configuración espacial donde la matriz urbana históricamente degradada del sur comienza a verse atravesada por áreas específicas o ?focos? donde se promueven estos nuevos tejidos productivos (que imprimen una nueva dinámica urbana a la zona). Partiendo de este lineamiento político y económico para el sur de la Ciudad, el presente artículo propone reflexionar sobre la noción de desarrollo que presume detentar el GCBA con estas iniciativas. Este nuevo escenario urbano inspira ciertos interrogantes sobre las alternativas de planificación e implementación de las políticas públicas, haciendo principal foco en la dicotomía ?Top-Down? o ?Bottom-up?. A partir de entonces, se espera poner en discusión si estas medidas de tipo ?Top-Down? son efectivas para garantizar un crecimiento económico y a la vez un impacto social positivo en la zona. En estos proyectos pareciera subyacer un supuesto de ?teoría del efecto derrame?, por medio del cual los beneficios económicos y urbanísticos de estos nuevos tejidos productivos desbordarían y alcanzarían a toda la población de la zona. Sin embargo, ¿Es posible plantear una alternativa de estímulo económico más directa, que parta de las características productivas de la población residente y asegure beneficios a ésta? En este sentido, el presente artículo propone presentar una estrategia de promoción de desarrollo local alternativa a estos distritos productivos de tipo top-down. Tomando como modelo la metodología de implementación de economías de aglomeración, se establece un somero diagnóstico sobre el sur de la Ciudad, identificando potencialidades económicas que permitan definir políticas de desarrollo local de tipo Bottom-up que consideren los recursos geográficos y humanos de la zona. Atendiendo a las características del área (siendo que presenta importantes extensiones de zonas segregadas), el presente artículo introduce una nueva consideración teórica sobre la Segregación Socio Residencial (SSR) al entenderla también como una potencialidad en términos productivos. Si bien se trata de un aspecto negativo de muchos barrios marginados, a continuación se espera argumentar que puede constituirse en un activo para el desarrollo económico si es estimulada mediante políticas eficientes. ¿Es posible fomentar economías de aglomeración partiendo de espacios segregados? Para responder a este interrogante, el presente artículo se estructura de la siguiente manera: En primer lugar se propone hacer un rastreo sobre la noción de segregación socio-económica residencial (SSR), procurando identificar los argumentos conceptuales que permitan derivar potencialidades en términos económicos. A su vez, se indaga sobre las dimensiones que asume el desarrollo local. Posteriormente se busca construir una evidencia empírica que conjugue estas dos condiciones; de ser un espacio segregado y reportar potencialidades para el desarrollo de economías de aglomeración. Para ello, se analiza la dinámica de reproducción social de un conglomerado de villas del sur de la Ciudad de Buenos: Fátima ? Los Piletones ? Ramón Carrillo. Se atenderá a la organización interna en este aglomerado, en tanto ?espacio segregado? , con el propósito de establecer afinidades electivas entre éste y las condiciones para impulsar economías de aglomeración. En este sentido, el análisis se organiza a partir de las siguientes dimensiones del desarrollo local: la identificación de un perfil económico específico (que en las villas se encuentra asociado a una matriz étnica y cultural), la existencia de lazos de cohesión social que promuevan la integración de diferentes unidades productivas, la presencia de instituciones de organización comunitaria que asistan en la implementación de las instancias de coordinación y fortalecimiento productivo.