IDIM   12530
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MEDICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
ADN LIBRE CIRCULANTE COMO FACTOR PRONÓSTICO EN MIELOFIBROSIS: RELACIÓN CON EL PERFIL MUTACIONAL
Autor/es:
GOETTE NORA; DE LUCA GERALDINE ; AYALA DANIELA; MARIN OYARZUN CECILIA
Lugar:
Mendoza
Reunión:
Congreso; XXIV CONGRESO ARGENTINO DE HEMATOLOGÍA; 2019
Institución organizadora:
Sociedad Argentina de Hematología (SAH)
Resumen:
La Mielofibrosis (MF) es la Neoplasia Mieloproliferativa de peor evolución, con una sobrevida media de 6 años. El pronóstico depende de factores clínicos y moleculares que definen categorías de riesgo. Recientemente se incorporó el perfil de mutaciones driver (JAK2/CALR/MPL) y no driver (ASXL1, IDH1/2, SRSF2) a las escalas pronósticas clásicas, siendo de mal pronóstico la negatividad para CALR y la presencia de mutaciones no driver. Previamente describimos aumento de ADN asociado a histonas (nucleosomas) en pacientes con MF avanzada. El ADN libre (cell-free(cf) DNA) consiste en fragmentos de ADN de 150 a 200 pares de base liberados al torrente sanguíneo a partir de células apoptóticas, necróticas o en netosis y se encuentran en la fracción no celular de la sangre, pudiendo estar o no asociado a histonas. Nuestro objetivo fue evaluar la utilidad de la medición del cfDNA, parámetro de fácil acceso, como factor pronóstico en MF y su relación con el estado mutacional. Se incluyeron pacientes con MF diagnosticados según criterios WHO 2016. Se determinó el cfDNA en plasma mediante fluorimetria utilizando Picogreen y las mutaciones driver (JAK, CALR y MPL) y no driver (ASXL1) por PCR o secuenciación. Los datos se analizaron utilizando el test de Mann-Whitney para las variables continuas, la prueba de Fisher para las categóricas, el test de Spearman para analizar las correlaciones y el análisis de Kaplan-Meier para estimar la sobrevida.Se estudiaron 36 pacientes con MF, 23 Primaria, 7 post-PV, 6 post-TE, edad 63 (19-86) años, 63% mujeres; 56% JAK2+, 38% CALR+, 6% Triple Negativos; 61% sin tratamiento, 14% con hidroxiurea, 11% con interferón, 11% con ruxolitinib y 3% con otros tratamientos. Se estudiaron además 10 pacientes con Policitemia Vera (PV), 10 con Trombocitemia Esencial (TE) y 32 controles. Los niveles del cfDNA fueron mayores en pacientes con MF vs controles, 0.48±0.2 vs 0.26±0.04 ug/mL, P0.0001, hallándose aumento respecto al valor de referencia en 72% de los casos. Si bien hubo leve aumento de cfDNA en PV y TE, éste fue menor que en MF (P0.05). Los valores fueron más elevados en pacientes con MF de riesgo intermedio-2/alto (n=20) que en aquellos intermedio-1/bajo (n=16) según la escala DIPSS-Plus, 0,58±0,21 vs 0,35±0,06 ug/mL, P0.0001. Los pacientes con cfDNA en los dos cuartiles superiores (>0.48 ug/mL) pertenecían con mayor frecuencia a la categoría intermedio-2/alto, OR 27.9 (3-257), P0.001 y tendieron a presentar menor sobrevida. En relación al perfil mutacional, el grupo CALR+ tendió a mostrar niveles más bajos que el JAK2+ (P=0.06), reflejando la presencia de enfermedad menos avanzada en el primer grupo. Se detectaron mutaciones en ASXL1 en 7 de 10 casos estudiados, 6 de los cuales tuvieron aumento de cfDNA. Hubo correlación directa entre el cfDNA y los nucleosomas (P0.0001), la LDH (P0.001) y la edad (P0.05), e inversa con la hemogloblina (P0.05) y las plaquetas (P0.01). La evaluación secuencial del cfDNA en pacientes (n=7) previo y durante el tratamiento con ruxolitinib mostró un descenso significativo (P0.05) al mes de tratamiento, paralelo a la respuesta clínica. Como conclusión, se describe por primera vez el aumento de cfDNA en MF. La relación hallada entre el cfDNA y el grado de severidad de la enfermedad sugiere que este parámetro podría ser de utilidad como factor pronostico, si bien se requiere ampliar la población estudiada para determinar si el mismo es independiente de otras variables, como la edad y el estado mutacional. La concordancia hallada entre cfDNA y nucleosomas indica que la medición del cfDNA, que es de menor costo y mayor factibilidad, es más redituable que la cuantificación de nucleosomas en este contexto. La estrecha correlación entre cfDNA y LDH sugiere que el mismo se originaría a partir del alto recambio celular. Dado que el ADN extracelular tiene efectos proinflamatorios, su presencia podría contribuir a reforzar el estado inflamatorio que contribuye a la progresión de la MF.