IDIM   12530
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MEDICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
El perro doméstico como modelo para el estudio de la cognición social: el comportamiento de búsqueda de ayuda
Autor/es:
MARIANA BENTOSELA; FABRICIO CARBALLO; MARINA VICTORIA DZIK; CAMILA MARÍA CAVALLI
Lugar:
San Luis
Reunión:
Congreso; XVI Reunión Nacional y V Encuentro Internacional de la AACC, Celebrando el 30° Aniversario; 2017
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del comportamiento
Resumen:
Introducción: El perro doméstico (Canis familiaris) es un excelente modelo para el estudio de la cognición social. El antepasado común con el lobo, quien tiene una compleja estructura social, y el largo proceso de domesticación sumado al estrecho contacto con los humanos durante la ontogenia, permitieron el desarrollo de complejas habilidades sociales y comunicativas. Una de ellas es la capacidad de discriminar entre una persona que es ?generosa? y le da acceso a la comida y otra que es ?egoísta? y se lo quita. Datos de la literatura muestran que además, frente a un problema irresoluble que consiste en colocar comida a la vista pero fuera del alcance, los perros recurren más al generoso que al egoísta para solicitar el alimento. Objetivo: evaluar si solicitan ayuda selectivamente a una persona generosa frente a otra egoísta ante otro problema irresoluble pero que le permite al perro intentar resolverlo por sus propios medios. Metodología: Se evaluaron 10 perros domésticos, adultos, de ambos sexos y distintas razas y mestizos. La evaluación tuvo dos fases. En la primera se entrenó a los animales a discriminar entre un experimentador desconocido que actuaba de generoso y otro que era egoísta. Se realizaron 10 ensayos con cada experimentador. En los ensayos con el generoso, el experimentador señalaba un recipiente con comida escondida al tiempo que daba claves ostensivas y si el perro se acercaba al recipiente señalado le permitía comer y le daba refuerzo verbal. El egoísta en cambio, señalaba en tono neutro y cuando el perro se acercaba le mostraba la comida y se la comía. En la segunda fase los dos experimentadores se colocaban uno al lado de otro y el perro era ubicado frente a ellos formando un triángulo. Luego el guía le daba al perro un recipiente cerrado que contenía comida y le permitía actuar libremente durante tres minutos. Se midieron las conductas dirigidas el recipiente o las personas durante este periodo. Además se administró el cuestionario de temperamento canino C-Barq. Resultados: El 60% de los perros se acercó a una de las personas y dentro de este grupo los animales eligieron al azar al generoso o al egoísta. Sólo el 50% alternó su mirada entre el recipiente y una de las personas. Los perros pasaron significativamente más tiempo cerca del recipiente e interactuando con él que mirando a los experimentadores o alternando la mirada entre éste y alguno de ellos. Los perros que más interactuaron con el recipiente fueron los que menos alternaron su mirada. Discusión: los presentes resultados muestran que, cuando los perros pueden intentar resolver el problema por sí mismos, interactúan durante más tiempo con el recipiente que con las personas. Sólo la mitad de los perros despliegan respuestas sociales y en éstos no hay una discriminación acerca de si se acercan al generoso o al egoísta. Esto pone de manifiesto la importancia de evaluar los comportamientos sociales en distintos contextos y desafía la hipótesis de que los perros rápidamente recurren a las personas en lugar de tratar de resolver los problemas por sí mismos.