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Varias especies de mamíferos exhiben períodos sensibles, generalmente situados en etapas tempranas de la vida, para el desarrollo de respuestas olfativas y gustativas. Durante los mismos, la exposición a un estímulo cambia de manera significativa y duradera la funcionalidad de ese sistema. No se ha descripto hasta el momento un período sensible para el establecimiento de respuestas compuestas, en las que ambos sistemas actúan en sincronía. Trabajos previos de nuestro laboratorio mostraron que un olor experimentado temprano en la vida, ya sea en forma natural o por estimulación experimental, facilita la prensión hacia un pezón artificial (odorizado con el olor pre-expuesto) que dispensa quinina, solución amarga y normalmente aversiva. El objetivo de este trabajo fue determinar si esta interacción entre estímulos sápidos y olfatorios ocurre solamente en un período determinado (i.e., sensible) del desarrollo. Ratas infantes de 8 o 14 días post natales (DPN) fueron o no pre-expuestas a olor a limón (grupos experimental y control, respectivamente). Un día más tarde fueron evaluadas en el consumo de quinina (.1%), en presencia de un hisopo embebido en esencia de limón. Los animales experimentales de 9 DPN, pero no los experimentales de 15 DPN, mostraron un incremento en el consumo de quinina, en comparación con sus grupos controles no pre-expuestos. Estos resultados constituyen la primera evidencia de un período sensible para la interacción de estímulos gustativos y olfatorios en ratas infantes. Esta interacción facilitaría el acceso y preferencia a alimentos en principio desagradables, en tanto el consumo de los mismos se dé en presencia de olores previamente experimentados. Futuras investigaciones intentarán determinar las áreas cerebrales implicadas en este fenómeno, de alta relevancia para la determinación de los patrones de dieta y consumo de sustancias.