IDIM   12530
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES MEDICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Síndrome de automutilación en coatí. Su manejo a través del enriquecimiento ambiental, un antidepresivo y un compuesto sedante fitoterápico. Reporte de un caso clínico
Autor/es:
MATTIELLO, R; MAURE P; DI GIROLAMO, F; ZUBIZARRETA, I
Lugar:
Capital Federal
Reunión:
Congreso; XVI Congreso Nacional AVEACA; 2016
Institución organizadora:
AVEACA
Resumen:
El coatí sudamericano de cola anillada (Nasua nasua) es un mamífero carnívoro que habita en las selvas sudamericanas y la parte meridional de Centroamérica. Vive en grupos de 10 a 20 individuos, siendo los machos solitarios. Son animales tranquilos y curiosos. Duermen en nidos, hechos por ellos mismos, en las copas de los árboles. Los coatíes en cautiverio, así como la mayoría de las especies silvestres presentan, en cautiverio, una alta incidencia de comportamientos estereotipados, mal dirigidos o de automutilación. Por ello, y para asegurar el bienestar de estos animales, es necesario que sus propietarios o cuidadores implementen adecuadas técnicas de enriquecimiento ambiental. Ámbitos poco novedosos y rutinarios donde son mantenidos durante el cautiverio, no brindan las oportunidades de exploración ni ocupación que estos poseen en la naturaleza. El objetivo del presente trabajo es el de describir un protocolo de comportamiento operante y farmacológico, para tratar un cuadro de mutilación severa en un coatí.Particulares donaron al parque temático Mundo Marino un ejemplar de coatí hembra (Nasua nasua), del cual se desconocía tanto su crianza como manejo. Esta presentaba comportamientos estereotipados (caminatas y giros repetitivos dentro del recinto), automutilantes (acicalación excesiva de su pelaje, chupado y mordido de la cola), inactividad y nula adaptación social. Esta conducta fue agravándose en el tiempo, provocándose heridas graves. Como primera solución, se decidió amputar las últimas vértebras de sus colas y comenzar un trabajo de sociabilización y enriquecimiento ambiental intenso, que por sí solo no bastó para solucionar el problema. Justamente con este manejo, se medicó al animal con fluoxetina comp x 5 mg (inhibidor selectivo de la recaptación de serotonina -ISRS) a razón de ¾ comp. PO por día y 6 gotas de un sedante fitoterápico liposomal PO a base de aceites esenciales del tilo, valeriana y pasiflora -extraídos por arrastre de vapor-, además de melatonina. La presente dosificación se mantuvo durante un mes debido a que tanto la melatonina como los fitoextractos requieren una dosis acumulativa de al menos 15 días. Dichos activos lograron tranquilizar al animal pudiendo, ahora sí, empezar a aceptar las propuestas de sociabilización, juego y enriquecedores ambientales ofrecidos por su cuidador. A la quinta semana de tratamiento, se pudo reducir la dosis de fluotexina a ½ comp. y a un ¼ a la sexta semana. Para evitar el síndrome de abstinencia por discontinuidad de ISRS, por 45 días se mantuvo la dosis original del sedante fitoterápico. Una vez lograda la estabilización emocional del animal, se redujo el sedante fitoterápico a 4 gotas durante 15 días y luego a 2 gotas por seis meses. Los tipos de enriquecedores ambientales implementados fueron: 1- enriquecimiento físico- espacio- temporal: se suministraron perchas y ramaje variado en diámetro y textura, ubicado a diferente altura e inclinación, para ser utilizado no solo de posadero, sino también para dirigir la conducta de picaje que naturalmente ejercen sobre la vegetación en su hábitat natural. Se proveyó además de una caja de madera con orificio de entrada y material para la elaboración de nidos, ubicada fuera del contacto visual con humanos o ejemplares de otra especie; 2- enriquecimiento social y auditivo: a través de interacciones positivas con el cuidador y música zen; 3- enriquecimiento alimentario; se aumentó el tiempo de forrajeo (que en la naturaleza comprende el 75%), incluyendo la búsqueda y manipulación del alimento. Así, raciones balanceadas, variadas y novedosas de alimento eran ofrecidas a horarios azarosos y en estratos diferentes del recinto, lo que requería exploración y búsqueda por parte del animal, el que hoy ?después de un año de arduo trabajo- se encuentra totalmente recuperado y no recibe ningún tipo de medicación antidepresiva o sedante.Es fundamental que el profesional veterinario, o técnicos de fauna, puedan orientar a los dueños de mascotas silvestres a promover comportamientos naturales de la especie, a través del control y la modificación del ambiente en el que se encuentren. Igualmente, estos procesos requieren un tiempo de adaptación, durante el cual el profesional pueda recurrir a inhibir las conductas aberrantes, utilizando sedantes suaves que disminuyan el estrés adaptativo al nuevo hábitat.