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El arsénico es un elemento ampliamente distribuido en la naturaleza y de elevada toxicidad para los seres vivos. En Argentina, la presencia de arsénico en agua subterránea tiene su origen en la actividad volcánica de la Cordillera de los Andes. La región afectada comprende las provincias de Córdoba, La Pampa, Santiago del Estero, San Luis, Santa Fe, Buenos Aires, Mendoza, San Juan, Chaco, Formosa, Salta, Jujuy y Tucumán. Los niveles de arsénico informados varían dentro de un amplio rango que va de < de 10 hasta > de 5000 mg/L. El objetivo de este trabajo es analizar la presencia y distribución del arsénico en distintas regiones agroganaderas de nuestro país. Una de las zonas más afectadas es el sudeste de la provincia de Córdoba donde hemos hallado niveles de arsénico en agua subterránea proveniente de la capa freática entre < 10 y 4550 mg/L. En las provincias de Santa Fe y La Pampa, distintos trabajos han identificado zonas rurales donde los niveles de arsénico en el agua subterránea superan los límites propuestos para agua de bebida humana o para animales de producción. En Santiago del Estero, estudios realizados en la zona noreste de la provincia han informado niveles de arsénico en agua subterránea en el rango de 0,4 a 0,6 mg/L. En la provincia de Buenos Aires, se han identificado distintas regiones afectadas, principalmente en la zona sur y noroeste, donde se han informado niveles de arsénico en agua entre < 10 a 1000 mg/L. De acuerdo a las consideraciones realizadas, es importante destacar que en Argentina, las ciudades suelen contar con servicios de abastecimiento provisión de agua, por eso, debe considerarse especialmente la situación de la población rural dispersa por ser la más expuesta a la presencia de arsénico en el agua de bebida.