INBA   12521
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN BIOCIENCIAS AGRICOLAS Y AMBIENTALES
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
Girasol
Autor/es:
DIAZ ZORITA, MARTIN
Libro:
Fertilidad de Suelos y Fertilización de Cultivos
Editorial:
Ediciones INTA
Referencias:
Lugar: CABA; Año: 2015; p. 509 - 526
Resumen:
El crecimiento del girasol está regulado por la disponibilidad de agua y nutrientes, entre otros factores ambientales. Nitrógeno, P y B son los elementos que con mayor frecuencia limitan el desarrollo de cultivos de girasol en la región pampeana argentina, una vez cubiertas sus demandas hídricas y en condiciones de alta producción al emplearse prácticas de manejo agronómico adaptadas regionalmente. En el caso de P, los análisis de suelo son la única alternativa para el diagnóstico de las necesidades de fertilización. En ambientes deficitarios es recomendable su aplicación localizada en el ambiente radical. Los métodos de diagnóstico de necesidades nitrogenadas contemplan la determinación de la oferta de NO3- en los suelos o la evaluación de indicadores del estado de nutrición nitrogenada por análisis de plantas y foliares. La textura de los suelos, la disponibilidad de agua y la densidad de plantas junto con la presencia de enfermedades son algunos de los factores ambientales y de manejo que regulan la magnitud de las respuestas al agregado de N. Suelos de textura gruesa con mediana provisión de materia orgánica y cultivos de alta producción son ambientes con potenciales deficiencias en B. Las necesidades de B pueden detectarse por medio de análisis de suelos y observaciones de sintomatologías específicas en las plantas desde estadios de desarrollo temprano. En estas condiciones, las aplicaciones foliares de B muestran relevantes aumentos en la producción tanto de grano y como de aceite. Son escasos los estudios de respuestas a la fertilización con otros elementos, encontrándose que en suelos con bajos contenidos de materia orgánica las aplicaciones de fertilizantes azufrados podrían contribuir positivamente para el logro de altos rendimientos de girasol. El K es un elemento a considerar su aplicación en suelos altamente meteorizados, recomendándose su aplicación en el suelo con anterioridad a la siembra del cultivo con dosis definidas según los niveles extractables de K y la CIC del suelo.