Investigaciones arqueológicas en el Sitio 1 de la Localidad Lobería I

MAZZANTI DIANA*; COLOBIG MARÍA DE LOS MILAGROS**; ZUCOL ALEJANDRO**, MARTÍNEZ GUSTAVO*; PORTO LÓPEZ JOSÉ ***, BREA, MARIANA **; SORIA JOSÉ LUIS*, QUINTANA CARLOS* Y VERÓNICA PUENTE

La Pampa

Congreso; Congreso de Arqueología Pampeana; 2008

CARPA

Se presentan resultados de un proyecto financiado por la UNMDP y la ANPCyT (Picto 2004 Nº 552). Las tareas de campo permitieron indagar problemas relativos a la secuencia cronoestratigráfica del Sitio 1 de la Localidad Lobería I. Es una cueva con pictografías y amplia superficie bajo techo con matriz sedimentaria de 2,10 m de profundidad. Registra ocupaciones humanas desde el Holoceno temprano hasta el Reciente. El momento de utilización de mayor intensidad se estableció a partir de los 700 años AP con una estructura de restos óseos, posiblemente un basurero, e incluye otros numerosos materiales: desechos de la talla lítica e instrumentos especializados (puntas de proyectil), instrumentos óseos, tiestos de cerámica y pigmentos minerales. Estos últimos materiales se analizaron arqueométricamente. La fauna muestra el uso intensivo de especies pequeñas (vizcacha, armadillos, cávidos) y de ungulados (guanaco y venado) consistente con otros sitios serranos tardíos. Esta capa comprende un depósito diatomítico que refleja condiciones subácueas o de encharcamientos permanente del recinto. Ello reflejaría un régimen pluviométrico mayor en la medida que depósitos similares se presentan en otras cuevas de Tandilia, así como en los valles de arroyos y ríos de la región pampeana. La secuencia sedimentaria mostró una elevada concentración de microrestos, en particular silíceos, tales como fitolitos, estomatocistes de crisostomatáceas, diatomeas y radiolarios. Las diatomeas se relacionan con marcados períodos de pluviosidad mientras que otros microrestos, como los fitolitos y radiolarios, se vinculan a la influencia ambiental y/o antrópica. El material antracológico aunque es escaso y muy fragmentario se presenta en forma de trozos de madera y pequeñas ramas, las cuales permitieron identificar al género Celtis sp. Este elemento de estirpe templada es característico de las escasas formaciones boscosas que se presentan en la zona. Los niveles arqueológicos subyacentes están fechados entre inicios del Holoceno Tardío y comienzos del Holoceno Temprano con ocupaciones humanas efímeras.