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El desarrollo de la transferencia de embriones (TE) fue paralelo al de la recolección. Cuando los embriones fueron recolectados 5-7 días después del estro por medio de cirugía y bajo anestesia general, las receptoras fueron preparadas para la transferencia bajo las mismas condiciones que las donantes. En un esfuerzo por eliminar los problemas asociados con la anestesia general, sin alterar la eficacia de la recolección quirúrgica, algunos grupos cambiaron hacia el uso de la anestesia local. Esta variante fue aplicada inmediatamente a las receptoras. Su empleo exitoso permitió que se siga utilizando en la práctica. Los resultados obtenidos empleando la transferencia no quirúrgica son actualmente similares a los obtenidos con el método quirúrgico, razón por la cual la es actualmente la técnica de elección y la segunda pasó a la historia de la transferencia de embriones. Los resultados de gestación desde la primera edición de este libro (2001) y en los últimos 10 años no mejoraron. Por esa razón, continúan los esfuerzos para encontrar tratamientos y estrategias, complementarias a la buena manipulación. Recientemente se iniciaron estudios menos empíricos para tratar de dilucidar los mecanismos de la comunicación materno-fetal, luego de la transferencia. La especie bovina no solo constituye la finalidad sino también un modelo experimental, dado que su biología reproductiva es bien conocida y se puede obtener material en cantidad suficiente, para llevar a cabo los estudios morfológicos y biológico-moleculares. En ese sentido se desarrolla actualmente en Alemania un ambicioso proyecto para estudiar, en forma holística, la comunicación bioquímica entre el embrión y las células del tracto genital femenino, que permiten establecer la gestación (Wolf y col., 2003). El proyecto reúne embriólogos, biotecnólogos y especialistas en investigación genómica funcional.