CICYTTP   12500
CENTRO DE INVESTIGACION CIENTIFICA Y DE TRANSFERENCIA TECNOLOGICA A LA PRODUCCION
Unidad Ejecutora - UE
capítulos de libros
Título:
RECOLECCION DE EMBRIONES
Autor/es:
PALMA GA Y D MICELI
Libro:
Biotecnología de la Reproducción 2da. Edicion
Editorial:
Reprobiotec
Referencias:
Lugar: Mar del Plata; Año: 2008; p. 221 - 236
Resumen:
<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:10.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:ES; mso-fareast-language:ES;} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> Los embriones bovinos, destinados a un programa de TE son obtenidos del útero por medios no quirúrgicos. Su recolección y transferencia con éxito dependen de varios factores. En primer lugar de la vitalidad de éstos para sobrevivir y llegar a término después de ser recolectados del tracto genital, evaluados morfológicamente y transferidos al útero una hembra receptora, con cambios de medio y temperatura. En segundo lugar, depende de que la técnica de obtención no ponga en peligro la integridad del tracto genital, a fin de poder repetirla tantas veces como sea deseable y conveniente. La primera técnica de recolección de embriones bovinos usada hace 3 décadas, fue quirúrgica. La misma requería anestesia general, inducida por medio de barbitúricos y mantenida por medio de inhalación (halotano). Por medio de una incisión de 15 cm de longitud en la línea media, por delante de la glándula mamaria, se extraían los cuernos uterinos con los ovarios. El lavaje de los cuernos y oviductos se llevaba a cabo el día 5-7 introduciendo catéteres de goma a través de la pared dorsal del cuerno uterino y en la ampolla del oviducto. Una variante quirúrgica fue la descrita por Holy (1996), en la que al animal, acostado en decúbito dorsal y anestesiado, se le colocaba una sonda Foley con un catéter metálico de 43cm de largo y 7-8cm de ancho por la vagina, a través del cervix hasta el cuerno del útero. Con una incisión laparotómica se abordaba el cuerno uterino y se introducía una aguja roma a través de la pared uterina, en el segmento próximo a la unión útero-tubárica. En forma similar a la recolección de embriones en la especie ovina, a través de la aguja atraumática se inyectaba el medio de lavaje y de la sonda Foley se lo recuperaba en una botella. Cada cuerno era lavado con volúme­nes variables de 50-100 ml de una solución buffer (TCM 199). La manipulación quirúrgica del útero y de los ovarios conduce a lesiones que provocan formación de fibrina y adherencias. Para minimizar ese efecto fue necesario trabajar con buenas condicio­nes de asepsia, lavando el útero y los órganos adyacentes con solución fisiológica estéril, conteniendo heparina. Con estas precauciones era posible llevar a cabo el lavaje a una vaca sólo 3 veces como máximo, lo que constituyó una seria limitante en el uso repetido de esta técnica. La tasa de éxito varió entre 50% y 70% de embriones y ovocitos obtenidos, en función del número de cuerpos lúteos presentes. Otra variante de la recolección quirúrgica fue el bypass propuesto por Testart y Godard-Siour (1975), colocando la son­da a través de la pared uterina por medio de vaginotomía bajo anestesia epidural. Después de la colocación, el catéter de goma fue fijado por medio de un balón inflable. El útero fue lavado con 50-70 ml de medio.