IDEHU   05542
INSTITUTO DE ESTUDIOS DE LA INMUNIDAD HUMORAL PROF. RICARDO A. MARGNI
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Autoinmunidad en la Diabetes Mellitus Tipo 1. Aplicaciones clínicas
Autor/es:
POSKUS E.
Revista:
Revista de la Asiciación Latinoamericana de Diabetes
Editorial:
ALAD
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2008 vol. XVI p. 122 - 122
Resumen:
El componente de autoinmunidad es aceptado como evento central entre las bases etiopatogénicas de la Diabetes Mellitus tipo 1 (DM1). Los autoanticuerpos anti-componentes de las células beta de los islotes (marcadores) se detectan en más del 90% de los pacientes debutantes con DM1. Sin embargo, hoy se sabe que los marcadores también son detectados en cierta proporción (4-5%) de los pacientes con Diabetes Mellitus tipo 2 (DM2) y en considerable proporción (70%) entre los pacientes con fenotipo intermedio entre DM1 y DM2, denominados LADA (Diabetes  latente autoinmune en adultos) o, según la edad, LADY (Diabetes latente autoinmune en jóvenes). La visión actual es que existiría un espectro continuo de incidencia de la autoinmunidad entre todas esas variantes de DM. No obstante, la hipótesis etiológica integradora carece de sustento respecto de los componentes genéticos, ya que no se han detectado genes predisponentes comunes entre  DM1 y DM2. Si bien los eventos de agresividad autoinmune hacia las células  beta de  los islotes involucran linfocitos T, las señales humorales visibles son los marcadores circulantes antes mencionados. Entre éstos, los predominantes son los denominados GADA, IA-2A e IAA/PAA, dirigidos hacia la enzima ácido glutámico decarboxilasa, la tirosina fosfatasa IA-2 y la insulina o su precursor, la proinsulina, respectivamente. Con el auxilio de otras pruebas para marcadores y test funcionales para estimar la reserva insulinica o, en ocasiones, de genotipificación HLA DQ B1, se logra un valioso apoyo en el establecimiento de las bases etiopatogénicas para los pacientes con incertidumbres diagnósticas o con asignaciones clasificatorias  dudosas. Dentro  de esos algoritmos se han sugerido incluso modelos adaptados a la DM diagnosticada en edades infanto-juveniles y otros más adecuados para discriminar la DM tipo 2 genuina de las formas LADA. El beneficio derivado de la correcta asignación de la DM asociada o no a autoinmunidad es la orientación racionalizada de la terapia. En ese sentido hay fuertes evidencias que ante casos de DM autoinmune no sería prudente instalar intervenciones terapéuticas con secretagogos del tipo de las sulfonilureas. Numerosos autores han descripto que estos fármacos en presencia de un proceso autoinmune en curso contra las células beta, aceleran el deterioro de las mismas y, por ende,  reducen  rápidamente la reserva  pancreática de insulina. Al respecto se ha propuesto, ante la presencia de marcadores positivos, efectuar una determinación de péptido C directa u otras pruebas funcionales para medir la reserva insulínica, de modo de auxiliar en la decisión de instalar oportunamente la insulinoterapia o, alternativamente, administrar insulinosensibilizadores como la metformina u otros antidiabéticos orales como las tiazolidindionas.