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El Síndrome de Asperger (SA) (CIE-10) o Trastorno de Asperger (DSM-IV) es un trastorno del desarrollo incluido en los denominados trastornos del espectro autista (TEA) (DSM-5). El DSM-IV lo caracteriza como una alteración grave y persistente de la interacción social y el desarrollo de patrones del comportamiento, con intereses y actividades restrictivas y repetitivas. Asimismo, se atribuye a los sujetos con SA una escasez de flexibilidad cognitiva, la cual influiría en la resolución de problemas de índole comunicativa, tales como los pedidos de clarificación, que implican el reconocimiento de ? la solicitud explícita o convencionalizada de reformular el enunciado por parte de su interlocutor (Jefferson, 1983; Gülich & Kotschi, 1997; Silva, 2010). En el presente estudio de carácter exploratorio, se llevó a cabo un análisis de secuencias de pedidos de clarificación surgidas en entrevistas semiestructuradas, narraciones a partir de imágenes y renarraciones a partir de estímulos lingüísticos. Se evaluaron diez niños emparejados por edad, sexo y volumen de enunciados, cinco de ellos con desarrollo neurotípico y cinco con SA. El corpus fue elicitado mediante la administración individual de la ?Batería digital ecológica de evaluación de funciones lingüísticas y cognitivas? (Silva et al., 2015). Se realizó la transcripción ortográfica de los datos con pautas de segmentación prosódica mínimas. Para el análisis de las secuencias de pedidos de clarificación se consideraron: frecuencia de aparición, presencia o ausencia de resolución por parte del niño, características de la resolución (estructura y recursos utilizados) y cantidad de turnos en que se resolvió. Un análisis preliminar de los datos indicaría que, como los niños con SA presentan una mayor tendencia a repetir el enunciado problemático, la resolución o bien no sucede o bien descansa en el interlocutor, quien ensayará interpretaciones hasta obtener la aprobación del niño.