Nuestra función en la clínica perinatal

MANSILLA, MARIELA; ALICIA OIBERMAN

Caba

Encuentro; XXVII Encuentro Latinoamericano sobre el Pensamiento de Donald Winnicott; 2018

APdeBA

Nuestro recorrido comenzó hace 28 años, en un hospital materno-infantil. Proveníamos de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires, donde fundamentalmente estudiamos la función de la palabra: cómo aprender a escuchar y de qué forma establecer un diálogo con el otro de manera tal que se produzca un encuentro transformador? Al incluirnos en un ambiente médico, en un hospital materno-infantil, nuestro primer interrogante fue: ?¿Cómo contribuimos a construir la experiencia en el plano simbólico en el momento del nacimiento??.El trabajo específico que realizamos en la clínica perinatal está sustentado por las nociones winnicottianas de la ambivalencia del amor maternal, sostèn emocional, preocupación maternal primaria. Incluimos las nociones de maternaje y su diferenciación del acontecimiento biológico de la maternidad.El objetivo de nuestra presentación es reflexionar sobre el trabajo terapéutico que hemos desarrollado y denominado ?sostén triádico?. Una madre en situación de vulnerabilidad puede sostener a su bebe adecuadamente, cuando, como terapeutas nos posicionamos como un tercero: sosteniendo desde la mirada y la escucha tanto a la madre como al bebé. Sólo así podemos fortalecer la función maternante en beneficio del bebé. Presentaremos distintos casos en las que el vínculo madre-bebe està en situación de vulnerabilidad.Hemos recorrido un camino que aún no se ha cerrado, intentando escuchar y ser escuchados, pero, ¿quiénes son los otros que lo recorren? El médico, la enfermera, la paciente-madre, el bebé, el padre. La tarea consistió entonces en observar en silencio, luego escuchar y después devolver algo de sentido mediante la palabra. En estos años construimos técnicas, elaboramos protocolos, diseñamos encuadres alternativos al clásico consultorio psicológico pero, decididamente, consideramos que hemos transitado con mayor éxito por el camino del arte que por el de haber logrado un riguroso método científico de abordaje perinatal?Cuando intentamos incorporar el uso la palabra en las maternidades y que la madre pueda expresar verbalmente sus emociones intensas en el momento del nacimiento o en el desenlace del parto o en el posparto inmediato, consideramos que, si bien, coloquialmente, se dice que ?las palabras se las lleva el viento?, en este caso, ocurre todo lo contrario: las palabras tienen alas y pueden permanecer en nuestra escucha, no se las lleva el viento, siempre y cuando nosotros, como psicólogos perinatales, las podamos sujetar.Ese es nuestro desafío profesional: sujetar no solo las palabras del paciente sino además sujetar el gesto del bebé, la inquietud de un padre, la angustia de una familia ante la internación del bebé y transformarnos en una polea de transmisión entre el médico y la paciente.Alberto Manguel observa que la expresión verba volant, scripta manent ?que para nosotros significa ?las palabras se las lleva el viento, lo escrito permanece?? significó en la Antigüedad todo lo contrario: se acuñó en alabanza de la palabra dicha en voz alta, pues esta tiene alas y puede volar, comparada con la palabra silenciosa, escrita sobre la página, inmóvil, muerta (Cercas, 2010, p. 8).En nuestro quehacer cotidiano perinatal, la sabiduría consiste en el verdadero intercambio entre paciente y profesional, que no puede transmitirse más que a viva voz, en el ir y venir de palabras que vuelan entre el paciente y el psicólogo perinatal.