CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Existe evidencia de que la empatía se relaciona con la prosocialidad mientras que la inestabilidad emocional se asocia con diferentes tipos de agresividad. Por otra parte, aun cuando algunos autores han sugerido el rol potencial de las emociones positivas para fomentar la prosocialidad, también encuentran que el soporte empírico de esta afirmación es sólo indirecto. Aunque no se ha encontrado una fuerte relación entre las emociones positivas y la prosocialidad, desde que habría una relación entre las emociones positivas y la empatía y una relación probada de ésta con la prosocialidad, se podría hipotetizar que la relación entre las emociones positivas y la conducta prosocial se produce a través de la empatía. Al mismo tiempo, sabemos que hay muchos factores externos que influyen sobre la empatía y la prosocialidad incluyendo las características de los lugares donde las personas viven. En general las personas que viven en grandes ciudades parecerían sentir una difusión de la responsabilidad por el otro. En función de estos antecedentes, los objetivos son: 1) estudiar un modelo teórico que indica que existe una relación entre las emociones positivas con la empatía y la inestabilidad emocional y de éstas a su vez con la prosocialidad y la agresividad, en una ciudad de 250.000 habitantes, 2) Replicar el modelo teórico en una pequeña ciudad de aproximadamente 40.000 habitantes, 3) estudiar la invariancia del modelo para los dos tipos de ciudades, 4) Comparar los niveles en las diferentes variables en las dos ciudades. Se administraron el Cuestionario de Emociones positivas para niños (Oros, 2014), el Interpersonal Reactivity Index (Davis, 1980, versión al español de Richaud, 2008), Cuestionarios de Agresividad y de Inestabilidad emocional (Caprara & Pastorelli, 1993; Versión al español de Del Barrio, Moreno, & López, 2001) y el Cuestionario de Conducta Prosocial (Caprara & Pastorelli, 1993; Versión al español de Del Barrio, Moreno, & López, 2001) a 248 niños, de ambos sexos, de entre 9 y 12 años de escuelas de la ciudad de Paraná y a 186 niños, de ambos sexos, de entre 9 y 12 años de escuelas de la ciudad Mármol (40.000 habitantes). Para poner a prueba los modelos propuestos se utilizaron ecuaciones estructurales, modelo híbrido. Para establecer diferencias en los niveles de las variables según tamaño de ciudad se utilizó un MANOVA con análisis por pasos de Roy-Bargman debido a que las variables estudiadas estaban correlacionadas. Los resultados indicaron que el modelo ajusta satisfactoriamente en las dos muestras y que es invariante a través de los dos tamaños de ciudades. Por otra parte, los niños de la ciudad más pequeña presentaron mayor alegría, gratitud, empatía y conducta prosocial y menor satisfacción que los niños de la ciudad más grande.