Vulnerabilidad social y desarrollo en niños

RICHAUD, MARIA C.

Conferencia; XVI Reunión Nacional y V Encuentro Internacional de la AACC; 2017

Existe actualmente fuerte evidencia científica que muestra cómo la vulnerabilidad social impacta sobre el crecimiento, el desarrollo integral (cognitivo, socioemocional y conductual) y la salud de los niños, en particular cuando sus efectos se imponen desde etapas muy tempranas de la vida y en forma continua.Existen diversos factores ambientales, más allá de la desnutrición, que pueden afectar los procesos del desarrollo cerebral, pero uno de los más relevantes es el producido por el estrés ambiental, que impacta fuertemente la biología del cerebro. Analizando la relación salud-vulnerabilidad social, se destaca la importancia de la calidad del ambiente familiar. Los niños que experimentan el beneficio de relaciones seguras, tienen una reacción de la hormona del estrés cuando están molestos o se sienten amenazados. Contrariamente, los niños cuyas relaciones son inseguras o desorganizadas demuestran mayores niveles de cortisol, aún cuando la amenaza sea baja.Nuestros resultados así como los de otros investigadores muestran consistentemente que los niños en vulnerabilidad social obtienen un menor rendimiento cognitivo en varias tareas que miden el desempeño ejecutivo. El desarrollo emocional se construye en la arquitectura cerebral de los niños pequeños en respuesta a sus experiencias individuales y de acuerdo a las influencias de los medios en que ellos viven.En términos del funcionamiento básico del cerebro, las emociones sostienen a las Funciones Ejecutivas cuando están bien reguladas, pero interfieren con la atención y la toma de decisiones cuando están controladas pobremente. Nuestros resultados indican que los niños en vulnerabilidad social perciben un estilo parental más punitivo y coercitivo que consistente, lo que incide en el desarrollo emocional de los mismos. En los niños en vulnerabilidad social, debido a la debilidad de los recursos ya comentada, se encuentran con frecuencia afrontamientos disfuncionales caracterizados por bajo análisis del problema y reestructuración cognitiva, y al mismo tiempo alta evitación y falta de control emocional.El programa que presentamos investiga acerca del desarrollo cognitivo, social, emocional y lingüísticos de niños en riesgo ambiental y desarrolla estrategias para reforzar estos recursos. Como resultado de este programa de intervención realizado durante nueve años (entre 4 y 12 años) hemos logrado el fortalecimiento del apego seguro, el control del impulso, el desarrollo de las habilidades sociales, de las emociones positivas, de la planificación, la atención y la reflexividad, lo que permitió que los niños alcanzaran un afrontamiento más funcional cuando se enfrentaron con situaciones amenazantes. Un importante hallazgo fue que una interrupción de la intervención producía generalmente retrocesos en los logros, especialmente cuando éstos no se habían cimentado lo suficiente. Finalmente, observamos la importancia de la edad de comienzo de la intervención que indican que para reducir los efectos de la vulnerabilidad social en los niños, las intervenciones más importantes son las que ocurren en la niñez temprana Como conclusión reiteramos que el efecto de la vulnerabilidad social sobre el desarrollo integral del niño estaría mediado por las variables que la mayoría de las veces se asocian a ella, por lo que los retrasos madurativos de los niños en vulnerabilidad social en estos aspectos, son reversibles. Sin embargo, de no mediar acciones tendientes a superarlos, podrían perpetuarse en el tiempo alterando de manera más o menos definitiva la dinámica cerebral.