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Las abejas obreras de Apis mellifera realizan diferentes tareas a lo largo de su vida adulta. Las más jóvenes permanecen dentro del nido y alimentan a la cría (nodrizas), construyen panales, ventilan y procesan alimento. Las de mayor edad recolectan recursos en el exterior. Esta progresión fenotípica es, en parte, una consecuencia de los cambios fisiológicos que sufre la abeja. Los niveles de insulina varían con la edad de la obrera, siendo mayores en recolectoras que en nodrizas. Además, existen cambios marcados en el sistema nervioso que correlacionan con una plasticidad comportamental durante la primera semana de vida adulta. Teniendo en cuenta esto y dado que la transición entre las diferentes tareas implica una utilización diferencial de los sistemas sensoriales, planteamos evaluar el efecto de la insulina sobre la percepción quimiosensorial en abejas obreras de diferente edad. Trabajamos con tres grupos de abejas pre-recolectoras: 2/3, 5/6, 9/10 y 14/15 días. Las abejas fueron criadas en el laboratorio o en una colmena, e inyectadas en su abdomen con 1 μl de insulina o de buffer Hepes (control). Inmediatamente después, se evaluó su respuesta espontánea (RE) a olores florales y se les estimó su umbral de respuesta al azúcar (URA) como medidas de percepción olfativa y gustativa, respectivamente. La inyección de insulina no afectó la cantidad de abejas con RE, excepto en el caso de abejas de 5/6 días de edad criadas en laboratorio. En este caso, la RE fue tres veces mayor. La inyección de insulina disminuyó el URA de abejas más jóvenes (2/3 y 5/6 días), pero aumentó el de abejas de 14/15 días; no afectó el de abejas de 9/10 días. La insulina afectó la percepción quimiosensorial de obreras pre-recolectoras, en particular la de abejas de 5/6 días. Además, presentó efectos contrastantes según la edad del individuo. Esto es esperable dado que la vía de señalización de la insulina regula el estado nutricional de la abeja y éste varía marcadamente durante toda su vida adulta. Los resultados obtenidos refuerzan la variación conductual existente entre abejas de distintas edades, las cuales correlacionan con las diferentes tareas desempeñadas antes de iniciar la recolección. Tanto las abejas criadas en laboratorio como las criadas en el entorno natural de colmena respondieron de manera similar. Esto indica que el sistema de insulina no es influenciado por la presencia de la reina o por la tarea desempeñada, al menos al considerar las variables estudiadas. Los resultados obtenidos sugieren que la vía de la insulina estaría ya desarrollada en abejas jóvenes, aunque éstas no realicen tareas que correlacionan con altos niveles de insulina. Esto refuerza la alta plasticidad individual encontrada en abejas pre-recolectoras, lo que repercute en aspectos sociales.