IFIBYNE   05513
INSTITUTO DE FISIOLOGIA, BIOLOGIA MOLECULAR Y NEUROCIENCIAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Terapia génica para la cura de la diabetes tipo 1: es momento para su empleo en humanos?
Autor/es:
PERONE, MJ
Lugar:
Pergamino, Pcia. Bs. As., Argentina
Reunión:
Simposio; Avances en Medicina Molecular: Transferencia de genes con fines terapéuticos; 2007
Institución organizadora:
Sociedad Argentina de Genetica
Resumen:
La diabetes tipo 1 (T1D) también conocida como diabetes mellitus dependiente de insulina es una enfermedad autoinmune en la cual en individuos genéticamente predispuestos, los linfocitos T (CD4+ y CD8+) autoagresivos invaden los islotes de Langerhans pancreáticos y destruyen progresivamente las células b productoras de insulina. La ausencia de un adecuado nivel de insulina circulante en la sangre resulta en hiperglucemia, que cuando no es corregida adecuadamente ocasiona complicaciones clínicas severas a largo plazo: daño vascular y la consequente falla renal, neuropatía, ceguera, enfermedad coronaria y úlceras de piel. La optimización de los métodos de administración de insulina en pacientes diabéticos de tipo 1 han mejorado notablemente la sobrevida y retardan la aparición de las manifestaciones clínicas de la enfermedad. Sin embargo, estos avances de ninguna manera pueden ser considerados una cura de la enfermedad. Para la evaluación de un nuevo método terapéutico y su significancia clínica en el tratamiento de la T1D, se debe tener en consideración la capacidad de este de mantener o aún incrementar, la masa total de células b y por otro lado de suprimir, o al menos regular, la autoinmunidad contra antígenos de los islotes de Langerhans. En este marco, un amplio repertorio de genes han sido ensayados para normalizar la producción de insulina, inducir la diferenciación/proliferación de células progenitoras hacia células secretoras de insulina y promover inmunosupresión de manera antígeno/tejido específica. Un número importante de estudios han descripto distintos tipos de vectores portadores de transgenes los cuales fueron administrados de manera sistémica o en particular, utilizados para introducir genes en islotes pancreáticos ex vivo, seguido de su transplante en modelos de animales roedores diabéticos. Hoy en día, la pregunta a responder es: la terapia génica está en condiciones de ser utilizada en ensayos humanos rigurosamente controlados para el tratamiento terapéutico de la T1D? Como en otro tipo de terapias, existen dos inconvenientes a tener en cuenta: la toxicidad producida por el vector en los tejidos transducidos y el silenciamiento del transgen provocado por la respuesta inmune del huésped hacia el vector. Actualmente, se dispone de vectores virales de tercera y cuarta generación con muy baja o casi nula inmunogenicidad, y con ellos han sido ensayados satisfactoriamente transgenes administrados in situ que promueven la sobrevida de células b residuales, o la modificación génica de islotes de pancreas, y posterior transplante alogénico. También, han sido reportados exitosamente ensayos de expresión de trangenes que liberan sistemicamente factores que promueven inmunoregulación de células componentes del sistema inmune (por ej: un aumento del número de células T reguladoras). La administración de células dendríticas autólogas genéticamente modificadas con transgenes inmunoreguladores ofrece una alternativa con alto potencial para el tratamiento de la T1D. En este contexto, hemos reportado recientemente el retardo de la aparición de T1D en un modelo murino de transferencia adoptiva de la enfermedad. Es necesario tener en consideración que para la exploración de nuevas herramientas en terapia génica para su empleo en la cura de la T1D los ratones siempre servirán como primera plataforma de ensayo y en particular, el uso de ratones NOD (non-obese diabetics) constituído hace más de dos décadas en uno de los modelos por excelencia de diabetes tipo 1 humana. Sin embargo, proponemos que para aquellos genes que ya han sido validados tanto por su seguridad como por sus beneficios en modelos roedores, ya es tiempo de dar un paso más y determinar su potencial terapéutico sino en humanos, en animales de mayor porte que ofrezcan una fisiología y sistema inmune semejante al humano.