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Este ciclo planteó entre sus objetivos, divulgar conceptos químicos (fluorescencia, polímeros y reacciones de combustión, entre otros), incentivando el estudio de la química a través de un enfoque atractivo y didáctico. El ciclo estuvo dirigido a toda aquella persona interesada en el estudio de alguna de las ramas de la química, favoreciendo el discernimiento al momento de elegir una carrera profesional. Se propuso un ciclo de charlas y la posterior realización de actividades experimentales llevadas a cabo en los laboratorios de la Facultad de Ciencias Químicas (Universidad Nacional de Córdoba) a cargo de docentes universitarios de diversas áreas de investigación y estudiantes avanzados. En el transcurso de la actividad se trabajó con diversas herramientas que tuvieron como objetivo ayudar a desmitificar el rol del científico y de la química, fortaleciendo el vínculo entre el docente y el participante, y facilitando el flujo de información, todo ello con la intención de mostrar que aprender química está al alcance de quien se lo proponga, Las actividades de laboratorio tuvieron como particularidad el hacer partícipe a los estudiantes a la hora de desarrollar los experimentos, de manera tal que se involucraran en un modo activo. De este modo, se familiarizaron con el material de laboratorio, los conceptos y los procesos químicos. Las experiencias buscaron aportar nuevos conocimientos de relevancia en el campo de la química, más allá de la currícula propia de los colegios secundarios. En las actividades se buscó mostrar la importancia de la investigación, tanto en la química aplicada como en la química básica, señalando las diferencias entre ambas y la relación que las vincula. A lo largo del ciclo los participantes mostraron con claridad que poseen una imagen distorsionada del científico y de lo que la química implica. La actividad colaboró a romper con este esquema erróneo y prejuicioso.