Estructura y funcionamiento de comunidades de enemigos naturales en relación a la urbanización.

WAGNER, L.; FENOGLIO, M.S.; SALVO, A.

Posadas

Congreso; IX Congreso Argentino de Entomología; 2015

Centro de Investigaciones Entomológicas - Parque Tecnológico Misiones (CIE-PTMi) y Facultad de Ciencias Exactas, Químicas y Naturales - Universidad Nacional de Misiones (FCEQyN-UNaM)

La urbanización es una forma de perturbación ambiental que provoca cambios drásticos y persistentes en el paisaje. En general, el disturbio urbano tiene efectos negativos sobre los animales terrestres ocasionando disminuciones en la diversidad, abundancia y riqueza de especies y produciendo cambios en la estructura de las comunidades tales como mayor dominio de especies exóticas, oportunistas y generalistas. En este contexto, resulta interesante conocer cómo se estructuran y funcionan las comunidades de enemigos naturales dado el importante rol que juegan como controladores biológicos de insectos herbívoros. En este trabajo se evaluó la influencia de la urbanización sobre el complejo de enemigos naturales (predadores, parasitoides e hiperparasitoides) del áfido Aphis gossypii(Hemiptera: Aphididae) que se alimenta sobre las flores de jacarandá (Jacaranda mimosifolia, Bignoniaceae) a lo largo de un gradiente de urbanización. Para tal fin se eligieron siete sitios en la ciudad de Córdoba (Argentina) con diferente grado de urbanización, seleccionando en cada sitio tres árboles de jacarandá con áfidos para realizar los muestreos (Oct-Nov 2012). A partir de los datos obtenidos se estimaron índices de diversidad alfa y beta, tasas de parasitismo, predador-presa e hiperparasitismo. Posteriormente se realizaron regresiones lineales simples tomando al índice de urbanización como variable independiente y como variable dependiente las estimadas para los enemigos naturales. En el caso de la diversidad beta se realizó un test de Mantel para evaluar el efecto que produce la urbanización sobre la composición de enemigos naturales en los distintos sitios.Se obtuvieron 230 enemigos naturales correspondientes a 14 especies en total, entre los mismos se encontraron predadores de la familia Coccinellidae (6 spp), Syrphidae (3 spp), Chrysopidae (1 sp), parasitoides de la familia Braconidae (1 sp) y Aphelinidae (1 sp) e hiperparasitoides de la familia Megaspilidae (1 sp) y Pteromalidae (1 sp). Los resultados indicaron que la urbanización en general no produjo efectos significativos en la comunidad de enemigos naturales. Sólo la riqueza de especies presentó un incremento marginalmente significativo hacia sitios de mayor urbanización, probablemente debido a la convivencia de especies exóticas, generalistas y especialistas incluso en sitios de mayor urbanización. Los valores de riqueza relativa y abundancia relativa de enemigos naturales nativos siempre fueron inferiores al 41% dejando en evidencia que las especies exóticas fueron las dominantes en cada uno de los sitios estudiados. La falta de relación existente entre las tasas de predador-presa y parasitismo con el gradiente de urbano sugiere que las comunidades de enemigos naturales en general tienen el potencial de afectar las poblaciones de insectos fitófagos, independientemente de las variaciones en el disturbio de la ciudad. En el caso de la composición de enemigos naturales en cada sitio, la misma dependió en mayor medida de las distancias geográficas entre los sitios que de la urbanización. Por otra parte, y coincidiendo con lo esperado para insectos herbívoros que presentan características biológicas tales como tamaño corporal pequeño, aparato bucal chupador, movilidad limitada y generaciones múltiples en la misma planta huésped, la abundancia de A. gossypii se incrementó hacia sitios de mayor urbanización. Sin embargo,no fue posible evidenciar efectos indirectos de la urbanización sobre los enemigos naturales mediados por estos cambios en la abundancia del herbívoro. En conclusión, la falta de relación existente entre la urbanización y los indicadores de biodiversidad, se atribuye al predominio de especies exóticas y/o generalistas resistentes al disturbio en todos los sitios estudiados. Se recomienda continuar con esta línea de investigación debido al importante rol que insectos benéficos como los aquí estudiados cumplen como controladores biológicos de plagas y por su potencial como indicadores biológicos de perturbación ambiental.