INIMEC - CONICET   05467
INSTITUTO DE INVESTIGACION MEDICA MERCEDES Y MARTIN FERREYRA
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Efecto de la pre-exposición a olores sobre las respuestas de ingesta de quinina en ratas neonatas
Autor/es:
KAMENETZKY GISELLE; SUÁREZ ANDREA; NIZHNIKOV ME; IFRÁN MC; PLATERO L; LOARTE A; PAUTASSI R.M.
Lugar:
Tucumán
Reunión:
Simposio; 15ta Reunión Nacional y 4do Encuentro Internacional de la Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC); 2015
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Ciencias del Comportamiento (AACC)
Resumen:
EFECTO DE LA PRE-EXPOSICIÓN A OLORES SOBRE LAS RESPUESTA DE INGESTA DE QUININA EN RATAS NEONATASKamenetzky, G.V.; Suárez, A.B.; Nizhnikov, M.; Ifrán, M.C., Platero, L.; Loarte, A. y Pautassi, R.M.E-mail: yoselevich@hotmail.comEl funcionamiento del sistema nervioso en etapas tempranas no constituye una versión inmadura del adulto, sino que existen mecanismos específicos, adaptados para las necesidades de cada momento del desarrollo. Desde la temprana ontogenia, las ratas son capaces de establecer aprendizajes con estímulos quimiosensoriales, fundamentales para la adaptación postnatal al ambiente que influirían sobre las respuestas motoras, olfativas y consumatorias subsiguientes. Los estímulos olfatorios son fundamentales en las primeras etapas de la vida en los mamíferos: permiten a la cría orientarse hacia la fuente de alimento, protección y calor. Durante los primeros 10 días postnatales las ratas muestran preferencias hacia los olores, lo que sugiere que esta es una etapa sensible. Los aprendizajes olfatorios permiten ajustar la conducta al cambiante mundo posnatal, y por ejemplo facilitan la aceptación de la dieta propia de la especie o cultura donde se inserta. En el transcurso de esta etapa se ha observado resistencia a la adquisición de aprendizaje olfativo-aversivo. Las ratas prefieren un olor aunque el mismo esté asociado a consecuencias aversivas. Similares consideraciones reciben los aprendizajes mediados por estímulos gustativos. Las ratas son capaces de detectar sabores y establecer aprendizajes entre ellos y estímulos incondicionales desde la etapa gestacional. Por ejemplo, se ha observado que la co-administración de una solución cítrica y dosis elevadas de ketamina induce aversión postnatal al cítrico. Mediante un pezón artificial que sirve como sustituto del pezón materno es posible estudiar los comportamientos de ingesta en ratas neonatas, quienes son capaces de prenderse del pezón y consumir de manera voluntaria las soluciones que contiene el mismo, discriminando entre diferentes sabores. Cuando el pezón contiene una solución de salina y quinina, la succión y la ingesta se reducen, mientras que con sacarina se incrementa. Esto demostraría que en ratas con pocas horas de vida, los mecanismos de detección del gusto influencian la succión. Es escasa, sin embargo, la literatura previa sobre la interacción entre aprendizajes olfatorios y gustativos en la temprana ontogenia, y sobre los efectos de la pre-exposición a olores sobre el valor hedónico de reforzadores aversivos. Datos recientes de nuestro laboratorio muestran que en presencia de un olor pre-expuesto neutro, ratas de 3 hs de vida en presencia del olor aumentan la ingesta y las respuestas de agarre a un pezón artificial que contiene quinina al 0.1%, la cual se considera una solución aversiva, en comparación con un grupo no pre-expuesto al olor. Esto no sucedió cuando en el pezón artificial se colocó quinina al 0.2% ó sacarina en dos concentraciones diferentes. Esta es la primera evidencia, en ratas, de un cambio en el valor hedónico de una solución aversiva, causada por la presencia de un olor pre-expuesto. Una investigación posterior nos indicó que cuando el olor a limón se administra intraútero, una hora antes de realizar la cesárea, los resultados se replican. Es decir que en la fase postnatal, los animales incrementan sus respuestas hacia un pezón artificial que contiene quinina en presencia de un olor pre-expuesto en la etapa prenatal. Los fenómenos hallados reproducen los resultados observados en bebés humanos. En estos también se observa alta aceptación de sabores desagradables en etapas tempranas de la vida. Por ejemplo, hasta los 4 meses de edad, los bebés humanos ingieren leche hidrolizada de proteínas, un alimento indicado para niños con intolerancia a la proteínade la leche, que tiene un sabor sumamente desagradable. Este alimento es rechazado en niños mayores de 4 meses de edad. En otras investigaciones, bebés humanos produjeron más respuestas de consumo y agarre al pecho materno, cuando la madre había consumido previamente cápsulas de ajo. También se halló un incremento del consumo cuando la leche estaba adulterada con alcohol. En conjunto, estas evidencias sugieren que existiría un período sensible para la aceptación de sabores no palatables. Lo que no se ha estudiado hasta el momento, es la influencia de los olores presentes en el contexto de alimentación. Nuestro objetivo es proveer un modelo animal que evalúe la interacción entre sabores y olores en etapas tempranas del desarrollo y el cambio en el valor hedónico de reforzadores aversivos en presencia de un olor pre-expuesto.