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El litio (Li) es el metal más liviano sobre la Tierra y dada su elevada reactividad, se encuentra en la naturaleza siempre interactuando con otros elementos. Este metal alcalino ha tomado gran importancia en la actualidad por su versatilidad, que permite que su uso sea muy amplio. Es utilizado por ejemplo para la fabricación de grasas, lubricantes, baterías, cerámicos, aires acondicionados, entre otros (Kaneko et al., 1990). Su importancia en la fabricación de baterías es la de mayor repercusión, ya que, frente a la preocupación del agotamiento de las reservas fósiles, los automóviles que no dependen de dichos combustibles tienen como principal fuente energética a las baterías de litio. La mayor reserva de litio del mundo (alrededor del 85%) se encuentra en lo que se conoce como ?El Triángulo del litio?, superficie comprendida entre los puntos del Salar del Hombre Muerto (Argentina), el Salar de Uyuni (Bolivia) y el Salar de Atacama (Chile) (Dirección de Estudios y Políticas Públicas de COCHILCO, 2009). La minería es una de las actividades más perjudiciales para el medio ambiente, y por esta razón se están estudiando procesos alternativos de obtención de minerales mediados por microorganismos. Por otro lado, la contaminación de suelos ya sea por el mismo proceso de minería o por la eliminación de desechos industriales o domésticos con altas concentraciones de minerales, puede ser mitigada mediante microorganismos, en un proceso llamado biorremediación (Lovley, 2003). Dichos procesos, tanto de obtención de minerales como de mitigación de contaminación, utilizan microorganismos adaptados a ambientes hostiles y que puedan interactuar con el metal de interés. El objetivo de este trabajo fue aislar microorganismos capaces de crecer en medios con elevadas concentraciones de sales a partir de suelos procedentes del Salar del Hombre Muerto y estudiar su tolerancia frente a soluciones de distintas concentraciones de cloruro de litio.