INENCO   05446
INSTITUTO DE INVESTIGACIONES EN ENERGIA NO CONVENCIONAL
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Sistemas agrícolas y mitigación del cambio climático
Autor/es:
MANRIQUE, SILVINA; FRANCO, JUDITH; NUÑEZ, VIRGILIO; SEGHEZZO, LUCAS
Lugar:
Santa Fe
Reunión:
Workshop; 1º Feria Internacional y 6to. Congreso Regional del Ambiente; 2010
Institución organizadora:
Ministerio de Aguas, Servicios Públicos y Medio Ambiente; Ministerio de la
Resumen:
El secuestro de carbono por parte de la vegetación es considerado como un factor clave en la mitigación del cambio climático, teniendo las diferentes coberturas y usos de suelo un papel de diferente magnitud en este sentido.  En el Valle de Lerma (provincia de Salta) trabajos previos han estudiado diferentes ecosistemas naturales en cuanto a su capacidad de secuestro de carbono desde la atmósfera. Sin embargo, los sistemas agrícolas del Valle no han sido cuantificados aún. En este caso, dichos cultivos, que persiguen fines agronómicos, fueron estudiados para conocer su aporte inverso: es decir, cuánto carbono secuestrado en la vegetación es liberado cada año al momento de la cosecha. Los sistemas considerados fueron: tabaco Virginia, Criollo y -en un rol secundario-, Ají. Para esto, se seleccionó un municipio en particular, para los muestreos de campo: Coronel Moldes. Se realizó un muestreo de tipo aleatorio, en un 10% de la superficie ocupada con cada uno de los cultivos. Se cortaron las plantas al ras del suelo, obteniéndose inmediatamente el peso total de cada una (sin raíces). Luego del pesado, las muestras fueron embolsadas, etiquetadas y llevadas al laboratorio para ser secadas en estufas graduadas a 100ºC. Para cada cultivo se determinaron: porcentaje de materia seca y peso total de las plantas. Para cada cultivo, se consideraron 3 diferentes densidades de plantación posibles, y se establecieron las relaciones entre la biomasa, el peso de la planta y la densidad de plantación. Extrapolando los resultados al Valle, y en función de la densidad de plantación, la biomasa del cultivo de tabaco Criollo oscila entre 27.700 a 34.700 toneladas en la superficie total promedio cultivada. En el caso de tabaco Virginia, la biomasa total varía desde 918.000 a 1.148.000 toneladas. Por último, el aporte de biomasa desde el cultivo de ají, oscila entre 7.800 a 23.500 toneladas. El carbono se consideró el 50% de la biomasa. En términos de secuestro de C por unidad de superficie, en el mejor de los casos (tabaco Virginia, con una densidad de 20.000 plantas/ha), el secuestro es de 37,1 tC/ha y la situación de mínima (cultivo de ají, con la menor densidad: 20.000 plantas/ha), es de apenas 3,5 tC/ha. En la relación directa entre biomasa y carbono, lógicamente, que las mayores densidades de plantación de cualquiera de los cultivos considerados, redundará en mayor secuestro de C por ha. Sin embargo, existe un límite en los marcos de plantación posibles, ya que a una densidad mayor que la óptima en cada caso, los rendimientos comenzarán a disminuir, aunque en términos de C resulte más conveniente. Es obvio que en sistemas agrícolas, el objetivo principal perseguido es el de lograr las mayores productividades, a menos que se trate de cultivos energéticos dedicados (el objetivo es la cosecha de la mayor cantidad de biomasa, por lo que los cultivos se realizan con altas densidades de plantación).  Los resultados indican que estos cultivos implicarían un total de casi 2 millones de tCO2, si fueran quemados totalmente. Si bien se considera que al reponer la vegetación este carbono es nuevamente secuestrado, existen numerosas prácticas que deberán ser cuantificadas para evaluar el verdadero aporte al balance de carbono. En la zona, estrategias integrales deberían ser desarrolladas desde el punto de vista de la mitigación de emisiones de GEI, pero que impliquen la consideración de otros aspectos como: bioenergía, preservación de biodiversidad natural y cultural, oportunidades de desarrollo local y de mejora en la calidad de vida rural, entre otros