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POSTER: Microbiología de Alimentos (453 - 21023) Uno de los factores que impactan gravemente a la industria avícola, son las enfermedades producidas por patógenos huésped y no huésped específico. La tendencia más reciente para controlar infecciones consiste en utilizar, como prevención, suplementos conteniendo probióticos, prebióticos o combinaciones de ambos (simbióticos). Los prebióticos, se definen como suplementos de uno o más carbohidratos no digeribles que estimulan selectivamente a microorganismos específicos de la microflora intestinal, con un efecto favorable sobre el huésped. Los microorganismos que ocupan la luz intestinal participan en la degradación de nutrientes complejos de la dieta y fermentación de carbohidratos con producción de ácidos orgánicos. Estos contribuyen al control de patógenos en la luz del intestino fortaleciendo la función de la barrera intestinal. El objetivo del presente trabajo fue evaluar los productos obtenidos a partir de la fermentación de inulina, en un modelo de fermentación intestinal in vitro, utilizando el contenido cecal de pollitos de 2 días de edad. Los resultados se compararon con los obtenidos por fermentación de melaza, compuesta por mezclas de oligofructanos, sacarosa, glucosa y fructosa, con el fin de determinar si este producto natural puede cumplir funciones similares a las de otros prebióticos. Los ciegos de 9 pollitos BB se extrajeron asépticamente en condiciones de anaerobiosis y se suspendieron en PBS con vitamina K y hemina. Alícuotas del homogenato obtenido se suplementaron con 1% de inulina, 1% de melaza o agua estéril (control). Se determinó la composición de la microflora en todos los homogenatos al inicio de la experiencia y a las 9 h de incubación anaeróbica a 37°C. En todas las muestras se determinó la concentración de ácidos orgánicos por HPLC. Las fermentaciones de inulina y melaza produjeron cambios similares en la composición de la microflora normal, siendo significativa la inhibición de enterobacterias en ambos casos. En ausencia de carbohidratos suplementarios (control), la flora normal utilizó ácido láctico como fuente de energía. En homogenatos con inulina la concentración de ácidos láctico y acético incrementó por la fermentación por bacterias lácticas hasta las 3-6 horas y luego disminuyó hasta el final de la experiencia, con producción de ácido butírico, derivado de la fermentación por anaerobios como clostridios. En el caso de melaza, los ácidos láctico y acético alcanzaron su máximo a las 6 horas y se mantuvieron constantes en el tiempo, sin detectarse producción de butirato. CONCLUSION: Los resultados mostraron que la melaza puede ser utilizada como suplemento prebiótico con eficiente producción de ácidos orgánicos