CERELA   05438
CENTRO DE REFERENCIA PARA LACTOBACILOS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Efecto de la adminsitración oral de una leche fermentada sobre la microflora intestinal y células B IgA+.
Autor/es:
A. DE MORENO DE LEBLANC; C. DOGI; S. CHAVES; E. CARMUEGA; R. WEILL; G. PERDIGON
Lugar:
San Miguel de Tucuman, Tucuman, Argentina
Reunión:
Simposio; II Simposio Internacional de Bacterias Lácticas. Primer encuentro Red BAL Argentina.; 2006
Institución organizadora:
CERELA-CONICET
Resumen:
Las leches fermentadas con bacterias lácticas han sido consumidas desde la antigüedad y se les ha atribuido numerosos efectos benéficos, entre ellos la estimulación del sistema inmune. El objetivo de este trabajo fue estudiar el efecto de una leche fermentada comercial, la cual contiene la bacteria probiótica Lactobacillus casei DN 114001, sobre la maduración de la microflora intestinal y sobre el sistema inmune de ratones BALB/c. Ratones hembra recibieron la leche fermentada durante la preñez y la lactancia. Las crías recibieron esta leche luego del destete y durante su crecimiento hasta llegar a la adultez. Por inmunofluorescencia se determinó el número de células IgA+ en glándula mamaria luego de la lactancia y en intestino delgado de ratones de 10 días de edad y durante su crecimiento hasta llegar a la adultez. A estos mismos animales se les extrajo el intestino grueso para estudiar la microflora intestinal. En medios de cultivo selectivos se evaluó flora láctica, entérica, bífida y anaerobios totales. El número de células IgA+ en glándula mamaria no incrementó en ninguno de los grupos experimentales, con respecto al control sin tratar. Se observó un incremento de toda la flora analizada en ratones provenientes de madres que habían tomado la leche, ya sea en la preñez o en la lactancia. Este efecto fue más marcado en la flora entérica y bífida. La flora entérica incrementó en ratones provenientes de madres que habían recibido la leche fermentada durante la preñez y/o la lactancia alcanzando los valores de un ratón adulto control a los 28 días de edad. A partir de este momento se observó una disminución de la flora entérica con un incremento progresivo de bifidobacterias en ratones que consumían la leche fermentada. No se observó diferencias significativas en el número de células IgA+ hasta los 21 días de edad independientemente de si la madre tomaba la leche fermentada durante la preñez, la lactancia o nunca. Después del destete, los ratones que consumieron leche y provenían de madres que nunca habían recibido este producto, mostraron los niveles más altos de IgA, similares al control. En los otros grupos que recibieron la leche fermentada después del destete se observaron  niveles intermedios de células  IgA+.  Los menores recuentos de estas células se observaron en los grupos cuyas madres recibieron la leche  pero donde las crías nunca la recibieron. La leche fermentada estudiada estimuló el crecimiento de flora entérica al comienzo de la vida, manteniendo la flora bífida incrementada hasta la adultez. Fue necesaria la administración de esta leche a los ratones para observar un recuento de células IgA+ similar al control en intestino delgado.