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El lindano es un plaguicida organoclorado persistente, cuyo uso extensivo generó su acumulación en diferentes matrices ambientales. La biorremediación permite sanear ambientes contaminados, explotando las capacidades metabólicas de microorganismos. El uso conjunto de dicha tecnología con la bioestimulación de suelos mediante residuos agroindustriales, resulta adecuado para tal fin. El objetivo del presente trabajo fue estudiar la capacidad de un consorcio de actinobacterias para remover lindano en suelos de diferentes texturas, con y sin el agregado de cachaza como enmienda. Se inoculó un consorcio de actinobacterias (Streptomyces sp. A2, A5, A11 y M7) en microcosmos de suelo franco limoso, arcilloso y arenoso no estériles contaminados con lindano (2 mg Kg-1). Se evaluó el crecimiento microbiano, y el efecto de la proporción suelo:cachaza (100:0; 98:2; 90:10), tamaño de partícula de cachaza (0,5 mm y 5,0 mm) y contenido de humedad (20% y 30%) sobre la remoción del plaguicida. Los suelos se incubaron durante 14 días a 30 °C, y se determinó lindano residual por cromatografía gaseosa. La mayor remoción de lindano se observó en suelo arenoso, mientras que la menor fue en suelo arcilloso. En todos los casos, se observó mayor crecimiento microbiano en los suelos bioaumentados, corroborándose la supervivencia de todas las cepas del consorcio al finalizar el ensayo. Al adicionar cachaza a los suelos, el porcentaje de remoción de lindano fue mayor al obtenido en los suelos sin enmendar, en determinadas condiciones experimentales. Los resultados obtenidos demuestran que el residuo agrícola, en conjunto con el consorcio definido de actinobacterias, representan una herramienta prometedora para restaurar suelos contaminados con lindano.