Anatomía del fruto de una nueva especie de Arachis coleccionada en Bolivia.

SPERANZA PABLO; G. SEIJO; KRAPOVICKAS, A; A. M. GONZALEZ

Corrientes

Jornada; XXIIIº Reunión de Comunicaciones Científicas y Técnicas y Reunión de Extensión. Fac. Cs. Agrarias.; 2012

Fac. Cs. Agrarias, UNNE

El género Arachis es de gran valor agronómico debido a que en él se encuentra el maní cultivado y especies con alto valor forrajero, como el A. pintoi. Este género se caracteriza por presentar frutos geocárpicos con una amplia variación interespecífica en cuanto a la morfología que presentan. Recientemente, se ha coleccionado material que será descrito como nueva especie, y que presenta una nueva morfología de fruto para el género. Los objetivos de este trabajo son 1) describir la anatomía del fruto de este nuevo material y 2) realizar una comparación anatómica con los frutos de Arachis hypogaea (maní). Para tal fin, se utilizaron frutos maduros de los materiales mencionados, los que fueron deshidratados e incluidos en parafina, cortados con micrótomo rotativo y coloreados con safranina Astra blue. Los preparados histológicos se analizaron mediante microscopio óptico y la estructura fina del fruto mediante un microscopio electrónico de barrido. La característica anatómica más sobresaliente de los frutos de Arachis sp. es que posee un grueso pericarpio con grandes cámaras aeríferas, ausentes en A. hypogaea. El fruto posee restos de una epidermis uniestratificada con pelos unicelulares simples. En la peridermis se observan 3-4 capas de súber hacia el exterior del fruto, 1-2 capas de felógeno, en la parte media, y 2-3 capas de felodermis hacia el interior. Este estrato presenta lenticelas para favorecer el intercambio gaseoso. La felodermis limita hacia el interior del fruto con una capa de parénquima incoloro, cuya parte externa aparece colapsada. El sistema vascular presenta numerosos haces colaterales con fibras floemáticas y rodeados por una vaina fascicular. Estos haces se disponen entre las cámaras de aire observadas. Dichas cámaras están ocupadas por grandes células de paredes delgadas que se destruyen progresivamente desde el centro a la periferia de las mismas. Cada cámara está delimitada por una capa de fibras que se dispone en sentido perpendicular a la superficie del fruto, dandole resistencia a las mismas. La presencia de aerénquima en frutos subterráneos representaría una adaptación a la dispersión hidrocórica en las épocas de crecidas de ríos y cursos de agua.