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La fatiga en uniones soldadas constituye una falla común en estructuras. Su naturaleza compleja está asociada a la formación de microestructuras altamente heterogéneas, debido a la fusión local de los materiales intervinientes y la existencia eventual de aporte. Estos factores alteran las propiedades mecánicas y composición química en toda la extensión de la soldadura. Asimismo, los ciclos térmicos inducen tensiones residuales y distorsión. Los defectos como porosidad, inclusiones de escoria, socavado y solapado, pueden también afectar significativamente el comportamiento a la fatiga de la unión. El talón de soldadura constituye un sitio probable de falla por ser un gran concentrador de tensiones. Esto motivó el desarrollo de técnicas post-soldadura que aumentan la resistencia a la fatiga de la unión, mediante la introducción de tensiones residuales de compresión o la modificación de la geometría.En el presente trabajo, se analizó, mediante ensayos de carga constante uniaxial, la resistencia a la fatiga de soldaduras transversales tipo T, que no transmiten carga, en condiciones ?como-soldadas?, y mejoradas con proceso post-soldadura. En éstas últimas, se utilizó granallado y la re-fusión del talón con proceso TIG. Se interpretaron las curvas S-N obtenidas, relacionándolas cualitativamente con la iniciación y propagación de fisuras, y se las comparó con normas y documentos de diseño de juntas soldadas.Se encontró que las probetas ?como-soldadas? presentaron una resistencia a la fatiga cercana a la curva de FAT 90, y una pendiente de 1/3. El método TIG modificó favorablemente la geometría del talón y permitió un aumento considerable de la vida a la fatiga, combinado con una disminución de la pendiente a 1/4. El granallado acrecentó el límite de fatiga, lo cual se explica con la demora en el crecimiento de micro-fisuras en el talón, a causa de las tensiones residuales de compresión inducidas por el método.