Aplicaciones industriales de materiales compuestos reforzados con fibras modificados con nanoarcillas.

LUCÍA ASARO; PABLO MONTEMARTINI; VERA A. ALVAREZ; EXEQUIEL S. RODRIGUEZ

Mar del Plata

Encuentro; XIII Encuentro Superficies y Materiales Nanoestructurados; 2013

Universidad Nacional de Mar del Plata

Los materiales compuestos de matriz polimérica tienen actualmente un campo de aplicación en constante expansión en industrias de alto valor económico como son el sector aeroespacial, naval, automotriz y energético. En Argentina, el nivel de desarrollo de este tipo de materiales es aún incipiente, pero existen industrias y emprendimientos que si bien tienen un bajo volumen de producción, son de un gran valor estratégico. Uno de ellos es el sector energético, tanto de fuentes tradicionales como de fuentes renovables. El petróleo que se produce en nuestro país, proviene en su gran mayoría de los que denominan yacimientos maduros. En los pozos de estos yacimientos es necesario inyectar agua de formación (con gran contenido de sales) para lograr extraer petróleo y esta operación incrementa notoriamente la corrosión en las tuberías utilizadas para el bombeo y la conducción de los fluidos. Es por ello que en los últimos años han ganado un gran porcentaje del mercado los tubulares fabricados con resinas epoxi y fibras de vidrio, que resisten la corrosión y son menos costosos que los metálicos. En relación a la generación de energías alternativas, existe en el país un plan para alcanzar en el año 2017 un 8% del abastecimiento del consumo eléctrico proveniente de estas fuentes, de las cuales más del 80% corresponde a energía eólica. Esta industria necesita del desarrollo de materiales compuestos de alto desempeño para la fabricación de molinos de mayor potencia, que requieren aspas que superan los 50 metros de longitud. Las aspas son fabricadas en compuestos de matriz poliéster o epoxi, reforzadas con fibra de vidrio. Otra industria que posee un gran valor estratégico es la industria aeroespacial. La Comisión Nacional de Actividades Espaciales (CONAE) se encuentra desarrollando un vehículo espacial capaz de colocar los satélites en órbita desde suelo argentino. La construcción del vehículo, denominado Tornador II, requiere del desarrollo de materiales compuestos para aplicaciones estructurales (como cofias, recipientes de almacenamiento, propulsores) y con propiedades específicas como recubrimientos que resistan el contacto con combustibles líquidos o recubrimientos resistentes a la ablación en las toberas de los propulsores.