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Introducción: La leche materna es el alimento óptimo para los recién nacidos, influye en la calidad de su sobrevida al corto y al largo plazo. La composición de la leche se modifica con diferentes factores, entre los que se destacan el estado nutricional y la dieta materna, como así también por la edad gestacional del recién nacido. Los lípidos de la leche constituyen la mayor fuente de energía para el lactante, proveyendo el 40-55% del total de energía, y aporta además nutrientes esenciales tales como las vitaminas liposolubles y ácidos polinosaturados de las series n-6 y n-3. Los lactantes reciben así ácidos grasos saturados, entre ellos ácidos de cadena media, fuente de energía de fácil utilización, y los ácidos grasos esenciales, ácidos linoleico (18:2n-6) y a linolénico (18:3n-3), y sus derivados metabólicos, tales como los ácidos araquidónico (AA) y docosahexaenoico (DHA). Estos ácidos han sido involucrados en la maduración neural. Estudios llevados a cabo en nuestro laboratorio demostraron la correlación entre el contenido de ácido docosahexaenoico en los fosfolípidos de eritrocitos de lactantes y su respuesta visual medida por electrorretinograma. El aumento sustancial de DHA y AA en el lactante se produce básicamente durante el último trimestre de gestación y los primeros meses de vida, siendo imprescindible su presencia en la alimentación del recién nacido, ya que los lactantes tienen una capacidad reducida para sintetizar estos ácidos grasos a partir de sus precursores, por lo que deben aportarse con la dieta. Objetivos: Dada la escasez de datos locales que permitan comparar la composición en ácidos grasos de la leche materna, se consideró la importancia de estudiar el perfil de ácidos grasos de leche humana en madres de recién nacidos de pretérmino (RNPT) y de término (RNT) en mujeres del área urbana de la Provincia de Buenos Aires. Materiales y métodos: Las muestras de leche materna fueron obtenidas del Banco de Leche Materna, H.I.G.A San Martín, correspondiente a madres de RNPT, nacidos de 28 a 36 semanas de gestación, y de madres de RNT, de 37 a 42 semanas de gestación. Se extrajeron los lípidos totales mediante el método de Folch, Cl3CH:CH3OH 2:1 v/v, se obtuvieron los ésteres metílicos de los ácidos grasos y se determinó la composición en ácidos grasos por Cromatografía Gas-Liquido. Resultados: Los resultados muestran aumentos estadísticamente significativos en ácidos grasos saturados de hasta 14 átomos de carbono en la leche de madres de RNPT con respecto a la de madres de RNT. Asimismo se detectaron aumentos significativos en los ácidos grasos polinosaturados (AGP), fundamentalmente en AA y DHA en la leche de madres de RNPT. Conclusiones: Los resultados permiten concluir que la edad gestacional influye en la composición de los ácidos grasos de la leche materna, siendo la leche de madres de lactantes prematuros una fuente imprescindible tanto de elementos energéticos (ácidos grasos saturados) como de elementos plásticos, ácidos grasos polinosaturados imprescindibles para la síntesis de lípidos estructurales y en el desarrollo neural.