CIG   05423
CENTRO DE INVESTIGACIONES GEOLOGICAS
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Patrones de fracturación en el anticlinal del Pescado en el rio Bermejo, provincia de Salta
Autor/es:
HERNÁNDEZ, MARIANO; FRANZESE, JUAN R.; SALGADO, PABLO; HERNÁNDEZ, NATALIA; VERGANI, GUSTAVO
Lugar:
San Juan
Reunión:
Congreso; XV Reunión de Tectónica; 2012
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina - UNSJ
Resumen:
Las Sierras Subandinas de los Andes Centrales constituyen un cinturón corrido y plegado de lámina delgada en ambiente de retroarco. Están caracterizadas por una serie de sierras alargadas, con rumbo N-S y NNE-SSW, que representan la expresión topográfica de anticlinales apretados, asociados a fallas inversas (Hernández et al., 2009). El acortamiento andino dio lugar a la generación de sistemas de fracturación de diversa escala, de impacto en la generación de una porosidad secundaria de interés petrolero (Lúquez et al., 2002). Un lugar clásico para su estudio resulta la sección próxima al río Bermejo, en la provincia de Salta (Figura 1A), en donde capas de edad devónica (formaciones Pescado/Huamampampa ? Los Monos) se encuentran plegadas formando el anticlinal de la sierra del Pescado (Starck et al., 2002). Este anticlinal tiene vergencia oriental y eje de orientación aproximada N30°, con un buzamiento de 20° al SW. El objetivo de este trabajo consistió en el relevamiento de fracturas en los afloramientos de areniscas de la Formación Pescado, su análisis en función de la posición estructural y la comparación con otras áreas del sistema. Las mediciones se realizaron en cinco estaciones en el limbo dorsal del pliegue y una en el limbo frontal, a lo largo del río Bermejo. Se aplicó la metodología de scan lines en los techos de los estratos. En la medida de lo posible se trazaron dos líneas de medición, perpendiculares a los principales sistemas aflorantes (Figura 1B). En general, las fracturas están cerradas y algunas presentan pátinas de óxidos de pocos milímetros adyacentes al plano. Se definieron tres direcciones de fracturación principales: NNE-SSW, ESE-WNW y NW-SE, con predominio del sistema ESE-WNW por sobre los otros (Figura 1B). Las direcciones de fracturación ESE-WNW y NNE-SSW presentan corredores elongados y estrechos conformados por fracturas subparalelas de muy poco espaciamiento y subverticales a la capa (Figura 1C). El ancho de los corredores de dirección ESE-WNW varía entre 10 y 100 cm y el de los de dirección NNE-SSW, entre 10 y 70 cm. Las fracturas individuales en los corredores se disponen, en muchos casos, en forma escalonada, y son cortas (entre 0,10 cm y 2 m) en relación a la longitud del corredor, la cual excede la superficie del afloramiento. La dirección de fracturación NW-SE, en cambio, se registra como una agrupación de fracturas subparalelas, con inclinación oblicua con respecto al techo de la capa y ha sido mayormente observada en el flanco frontal. El análisis de estos datos permite identificar que el sistema predominante ESE-WNW es aproximadamente perpendicular al eje del sistema de plegamiento, correspondiéndose con la dirección máxima de compresión y transporte tectónico (Figura 1A). El sistema de fracturas NNE-SSW se dispone paralelamente al eje de plegamiento y es asociado a la extensión en su arco externo producida por la curvatura del mismo. La fracturación de dirección NW-SE y otras de orientación variable registradas en el flanco frontal se deben a la rotación de este limbo, que presenta capas muy inclinadas cerca del contacto entre las formaciones Pescado y Los Monos. Esta distribución de las fracturas es similar a la observada en otras localidades del sistema subandino argentino (Di Marco, 2005) y también en el sur boliviano (Florez-Niño et al., 2005) lo que indicaría una constancia en la disposición espacial de la fracturación en esta porción del cinturón corrido y plegado.