Estado actual del conocimiento de los helmintos parásitos de aves que habitan el Mar Argentino

DIAZ, J.I.; CREMONTE, F.; NAVONE, G.T.

Puerto Madryn, Chubut

Jornada; VI Jornadas Nacionales de Ciencias del Mar; 2006

Centro Nacional Patagónico

Los parásitos generalmente atraen la atención sólo cuando causan patologías, enfermedades o daños económicos, sin embargo el parasitismo es una de las formas más diseminadas y representa un aspecto de la biodiversidad que debe ser analizado. El conocimiento de la helmintofauna de aves marinas en Argentina es escaso, constituyendo, en su mayoría, hallazgos ocasionales. Los primeros estudios sistematizados comenzaron a desarrollarse hace aproximadamente diez años en el Mar Argentino y el mayor conocimiento helmintológico se tiene sobre el pingüino de Magallanes (Spheniscus magellanicus), la gaviota cocinera (Larus dominicanus) y el chorlo de rabadilla blanca (Calidris fuscicollis). Un total de 41 especies diferentes de helmintos han sido identificadas hasta el momento parasitando a 18 especies de aves que frecuentan las costas y la plataforma continental del Mar Argentino, incluyendo la albufera Mar Chiquita, pero muy pocos de estos hallazgos han sido publicados. El grupo de los digeneos es el más representativo, con 16 especies registradas en 13 especies hospedadoras. Entre los nematodos, 14 especies se hallaron parasitando a 12 especies de aves. Cestodes y acantocéfalos son los grupos menos conocidos, solo 9 taxa de cestodes y 2 de acantocéfalos fueron identificados en 9 y 10 especies hospedadoras respectivamente. Los Cyclophyllidea (Cestoda), Microphallidae (Digenea), Acuariidae y Anisakiidae (Nematoda) y Polymorphidae (Acantocephala) son los grupos mejor representados. Si bien estos reportes contribuyen al conocimiento de la biodiversidad, es necesario continuar con estas investigaciones ampliando el espectro de hospedadores y el rango geográfico considerando la diversidad de aves del Mar Argentino. Es necesario además profundizar las identificaciones teniendo en cuenta el uso de nuevas herramientas diagnósticas y el conocimiento de los ciclos de vida mediante la  realización de infecciones experimentales que permitan  corroborar la identidad de las especies. La conformación de grupos interdisciplinarios garantiza la integración de estos estudios al conocimiento integral de hospedadores y ambiente.