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La diabetes mellitus (DM) se define como una enfermedad crónica caracterizada por una elevación permanente de la glucemia debida a una producción o acción deficiente de la insulina, que suele acompañarse de complicaciones agudas y crónicas.La DM se manifiesta bajo diversas formas clínicas afectando a millones de personas en todo el mundo, la mitad de las cuales ignoran su padecimiento, y muchas de las que la conocen no la controlan ni la tratan, o lo hacen en forma deficiente. Estas condiciones facilitan la aparición precoz de complicaciones agudas y crónicas de la enfermedad que, afectando los pequeños y grandes vasos (micro y macroangiopatía), producen lesión en la retina, el riñón, el sistema nervioso y en aparatos como el cardiovascular y el digestivo. Por su gravedad y carácter invalidante, la aparición y la progresión de estas complicaciones son responsables de la disminución de la calidad y de la expectativa de vida de las personas con DM, como así también del elevado costo socioeconómico de la enfermedad. Ello indujo a la 42a Asamblea Mundial de la Salud, organizada por la OMS, a adoptar una resolución en la cual solicita a todos los estados miembros que evalúen la mortalidad nacional por DM e implementen medidas para su prevención y control. Igualmente, insta a los países a compartir las iniciativas de entrenamiento y educación de recursos humanos dedicados a la especialidad. Posteriormente, los ministerios de Salud de los países de Europa y de América adhirieron a esta resolución a través de las Declaraciones de San Vicente y de las Américas, respectivamente.