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La dinámica natural de la selva genera cambios en la cobertura arbórea y en la cantidad y calidad de luz que llega al sotobosque. Cambios similares pueden estar dados por la intervención del hombre, que realiza la extracción selectiva de algunos árboles. Los micrositios generados por los disturbios representan un continuo de condiciones microambientales que garantiza la coexistencia de las especies. El conocimiento de los requerimientos de las especies y la evaluación de los microambientes óptimos para el crecimiento, permiten planificar estrategias de manejo para recuperar áreas degradadas. Trabajamos en un bosque nativo ubicado en San Antonio, Misiones, con una especie nativa de alto valor ecológico y maderero: Cabralea canjerana (Vell.) Mart. (cancharana). Se plantearon las siguientes preguntas de investigación: 1) ¿Se puede enriquecer el bosque nativo con cancharana? 2) ¿Cómo afecta el micrositio de plantación su supervivencia y crecimiento? ¿Dónde conviene plantar? 3) ¿Cancharana tolera el cambio abrupto de cobertura (i.e. control de sotobosque o apertura de un claro)? Se establecieron 2 ensayos: uno en macetas en el que se evaluó la supervivencia y crecimiento de plantas expuestas a 2 condiciones de cobertura natural contrastantes, y otro con plantación a campo en un gradiente de cobertura generado por claros naturales. Más del 90 % de las plantas de cancharana se establecieron inicialmente en un gradiente muy amplio de cobertura. Las plantas sin cobertura (sol pleno) fueron afectadas por heladas durante el invierno. A los 4 años de realizada la plantación, la supervivencia es del 7 0 %, y la mayor mortalidad se registró en micrositios con menor incidencia de luz. Cancharana se establece y sobrevive en todos los microambientes del bosque, se aclimata en pocos meses a aumentos súbitos de radiación y, luego de un año de realizada la plantación, su crecimiento es favorecido por la mayor disponibilidad de luz.