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La fertilización forestal es ampliamente utilizada en plantaciones para aumentar la productividad y mantener la fertilidad del sitio. La aplicación de urea deprime el crecimiento en plantaciones de Pinus taeda. Esta depresión está asociada a cambios en la partición de materia seca y la arquitectura hidráulica, y se acentúa con la sequía. El objetivo fue comprender las causas de las mermas en el crecimiento inicial de P. taeda a partir de la evaluación del efecto de diferentes fuentes nitrogenadas. Se evaluó la asignación de materia seca a raíz, tallo y hojas, la resistencia del vástago a la conducción de agua (R) y la capacidad conductiva del tallo (Ks, Kl) y la raíz (Kr) de plantas jóvenes fertilizadas (urea, Ca(NO3)2, NH4OH) y sin fertilizar, con buena disponibilidad de agua o sometidas a sequía. Las plantas con sequía y/o fertilizadas acumularon menos materia seca en todos sus compartimentos, tuvieron menor porcentaje de raíces finas y mayor porcentaje de hojas. El efecto la fertilización fue menos marcado que el de la sequía. Kr aumentó significativamente con la fertilización, pero disminuyó fuertemente con la sequía. R aumentó significativamente en las plantas fertilizadas y con sequía. No se observaron modificaciones en Ks y Kl. El efecto negativo en el crecimiento es independientemente de la fuente de N aplicada. El aumento en Kr de las plantas fertilizadas puede ser una respuesta tendiente a compensar la reducción en la cantidad de raíces absorbentes. Las plantas estresadas no fertilizadas disminuyen la cabellera, pero además ésta es menos conductiva que en las plantas fertilizadas. En situaciones de buena disponibilidad de agua, el vástago de las plantas fertilizadas es altamente conductivo, pero con sequía R aumenta Significativamente. Las modificaciones en la arquitectura hidráulica generadas por la fertilización nitrogenada producen un desbalance hídrico en la planta que redunda en menor crecimiento.