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En nuestra cultura es sumamente valorada la interacción con libros ilustrados en la niñez. Se ha destacado la importancia de la lectura en el desarrollo cognitivo, lingüístico y emocional de niños y niñas en sus primeros años de vida. Sin embargo, en los últimos años otros dispositivos han tomado un rol protagónico en la vida de los pequeños (computadoras, televisores y otros dispositivos electrónicos). Nos preguntamos si el libro impreso sigue estando presente en los hogares de niños y niñas. Se elaboró un cuestionario para ser respondido por los responsables de niños y niñas de 9 meses a 5 años. El mismo fue distribuido en dos formatos: digital (google forms) y en papel. Hasta el momento participaron 237 mamás y papás de niños/as (107 encuestas virtuales y 130 en papel). Todos los participantes eran de nivel sociocultural medio; fueron contactados a través de los jardines de infantes a los que acudían sus niños/as en la zona céntrica de la ciudad de Rosario (provincia de Santa Fe, Argentina), o a través de medios virtuales informales y bases de datos específicas. Los resultados obtenidos señalarían que los libros impresos están presentes en los hogares de niñas y niños pequeños. Esto indicaría que es pertinente realizar investigaciones que exploren las características de este tipo de interacciones en los hogares y en los centros educativos. Resulta pertinente, además, conocer sí y de qué manera los niños y niñas aprenden a través de estos dispositivos. Resulta llamativo que algunos padres y madres no perciben que sus hijos utilizan los libros como herramientas de aprendizaje. Es posible que la utilización de libros como medios de aprendizaje por parte de los adultos en el hogar se realice de una manera implícita, sin un propósito deliberado, al menos en los primeros años de vida.