La comprensión de acciones intencionales presentadas en imágenes de una Tablet

DANIELA JAUCK; OLGA PERALTA

Rosario

Workshop; III SEMINARIO DE DISCUSIÓN SOBRE INVESTIGACIONES EN EDUCACIÓN Y EN DESARROLLO COGNITIVO; 2015

Irice

IntroducciónLas imágenes representan objetos, animales, personas, sentimientos, acciones. Comprenderlas simbólicamente y aprender a utilizarlas constituye un desafío cognitivo. Si bien sólo recientemente las Tablets han comenzado a formar parte de la vida de los niños, sus imágenes poseen algunas ventajas en relación a imágenes impresas en cuanto a su comprensión como fuente de información (Jauck y Peralta, en prensa).Estudios han sugerido que cuando la información presentada es relevante para el niño y se acompaña de interacción, puede propiciar procesos de transferencia de información de la pantalla a la cotidianeidad (Richert, Robb y Schmitt, 2011; Nielsen, Simcock, y Jenkins, 2008; Troseth, Saylor, y Archer, 2006). En cuanto a la comprensión de acciones, está ampliamente demostrado que los bebés desde muy pequeños comprenden acciones intencionales presentadas en imágenes (eg. Baldwin, Baird, Sailor y Clark, 2001; Saylor, Baldwin, Baird, y LaBounty, 2007). Sin embargo, esto no significa que comprendan que las imágenes representan una acción real y que transfieran el conocimiento de la imagen a la realidad (2D a 3D). En este sentido Harris, Kavanaugh y Dowson (1997) encontraron que niños de 30 meses escogieron una fotografía para comunicar el resultado de una acción real o imaginaria (volcar o hacer ?como si? se volcara salsa sobre el juguete), los de 24 meses seleccionaron las imágenes al azar. El presente trabajo tiene por objetivo investigar la comprensión de diversas acciones intencionales cotidianas representadas por imágenes de una Tablet y la comunicación del resultado de la acción en la realidad por parte de niños de 24, 30 y 36 meses.Metodología Participantes. Participaron 45 niños; 15 de 24 meses (Rango= 24-27; M= 25,67; SD=1,49; 9 niños, 6 niñas), 15 de 30 meses (28-31; M=29,40; SD=0,73; 7 niños, 8 niñas) y 15 de 36 meses de edad (33-38; M=36,20; SD=1,20; 6 niños, 9 niñas). Materiales. Una Tablet 10.1?, en la que se presentaban secuencias de acciones simples y cotidianas realizadas por una figura humana. Nueve objetos reales que aparecían en las imágenes y servían como opciones de elección. Procedimiento. Dos fases: 1-Orientación. Se presentaron tres secuencias, mientras aparecían las imágenes se preguntaba al niño ?¿Qué está haciendo??. Al finalizar, se verbalizaba el resultado la acción (e.g. ?¿Qué está haciendo?...¡viste como abrió!?). 2-Prueba: Similar a la fase de orientación. Tres secuencias de diferente naturaleza, no se verbalizaba el resultado de la acción, solo se preguntaba ?¿Me mostrás como quedó??.El niño debía elegir entre tres opciones: 1- objeto con la modificación correcta, 2- objeto sin modificación, 3- objeto con otra modificación. La variable dependiente fue el número de respuestas correctas (RC). El orden de presentación de las secuencias y elecciones fue contrabalanceado.Resultados Los resultados mostraron que los niños fueron mejores a los 30 (RC=32; 71%) y 36 meses (RC=36; 87%) que a los 24 meses (RC=17; 38%). Diferencias significativas fueron encontradas entre los grupos (X2=17,55, gl 2, p