IRICE   05408
INSTITUTO ROSARIO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIAS DE LA EDUCACION
Unidad Ejecutora - UE
congresos y reuniones científicas
Título:
Coordinación de una investigación en red: los logros y desafíos del Proyecto TRABAJO, DESARROLLO, DIVERSIDAD
Autor/es:
HERAS MONNER SANS, ANA INÉS; BURIN, DAVID
Lugar:
Rosario, Provincia de Santa Fe, Argentina
Reunión:
Jornada; REDES DE INVESTIGACIÓN CIENTÍFICA; 2008
Institución organizadora:
Instituto para la Inclusión Social y el Desarrollo Humano en conjunto con IRICE-CONICET
Resumen:
La convocatoria realizada en el 2003 por el Programa de Áreas de Vacancias (PAV) del FONCyT, dependiente de la entonces Secretaría de Ciencia, Tecnología, e Innovación Productiva en Argentina, estuvo diseñada para promover la generación o consolidación de redes institucionales que permitieran —a investigadores de regiones distintas— partir de un problema de estudio y promover conocimientos transferibles socialmente. La perspectiva del organismo que financia estas investigaciones es estratégica, ya que busca conformar tramas institucionales que puedan responder a problemas de la sociedad argentina que requieren de la intervención del estado, con una mirada científica. Para la convocatoria original el FONCyT solicitó a los diversos Ministerios nacionales que cada uno definiera temas que constituyesen problemáticas percibidas como de gravedad por la sociedad y por el gobierno, y que reuniesen también la condición de ser áreas vacantes en cuanto a la producción sistemática de conocimiento científico, lo que a su vez dificultaba el diseño de políticas públicas adecuadas para su resolución. Se dio así el primer llamado a Concurso de Proyectos en Red en Áreas de Vacancia que cubrió las áreas de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones; Educación; Trabajo, Empleo y Protección Social; Violencia Urbana y Seguridad Pública; Biotecnología y Matemática. Para funcionar como tal, una red precisa de ciertos atributos (sintetizados a partir de Neffa, 2000), tales como la construcción de confianza entre los miembros; la práctica de la reciprocidad; el rechazo al aislamiento; la presencia de actitudes favorables de apertura hacia otros, y el deseo de aprender y de informarse. También deben establecerse reglas de juego claras, en particular en lo que se refiere a la forma en que se toman las decisiones, el uso de los recursos disponibles –tanto los propios de cada institución como aquellos compartidos–, la forma en que se socializan los datos y la manera en que se difunden los resultados y por último los acuerdos relacionados con el cumplimiento de plazos para no entorpecer el proceso de trabajo articulado con los demás nodos. Este sería un encuadre mínimo desde el cual definir que estamos en presencia de una red, y lo tomamos como punto de partida para el trabajo realizado por nuestro Proyecto.