El aprendizaje de adjetivos a través de imágenes. El impacto de la morfología de la palabra

FLORENCIA MAREOVICH; ANDREA TAVERNA

Buenos Aires

Congreso; V Congreso Internacional de Investigación y Práctica Profesional en Psicología. XX Jornadas de Investigación de la Facultad de Psicología de la Universidad de Buenos Aires; 2013

Universidad Nacional de Buenos Aires

Los libros ilustrados son a menudo medios simbólicos a través de los cuales los adultos enseñan palabras a niños pequeños. Investigaciones recientes han explorado el aprendizaje de palabras nuevas por medio de imágenes que remiten a categorías de objeto (sustantivos). Sin embargo, ha sido poco estudiado el aprendizaje de palabras que remiten a propiedades de objeto (adjetivos) en contextos de interacción utilizando imágenes como medios para el aprendizaje. En relación a la adquisición de palabras, numerosas investigaciones han reflejado que es más tardía la adquisición de adjetivos que de sustantivos. Esto podría deberse a que se requiere distinto tipo de información, perceptual, lingüística y social, para poder conectar un adjetivo con la propiedad que refiere. En este sentido, nuestro objetivo en la presente investigación fue explorar el aprendizaje, a través de libros ilustrados, de adjetivos por parte de niños de tres años de edad y sujetos adultos. Asimismo, nos preguntamos sí la morfología de la palabra, ausencia de un sufijo adjetivador, afecta la conexión de este adjetivo con su referente, propiedad de objeto. Para responder estas preguntas diseñamos dos estudios en los cuales enseñamos a niños de tres años de edad y a sujetos adultos un nuevo adjetivo, con o sin sufijo adjetivador. Luego los participantes debían aplicar este nuevo adjetivo a otro ejemplar que presentaba la propiedad. Encontramos diferencias significativas entre los grupos de adultos en las distintas condiciones experimentales, no así en los niños. Este resultado muestra que los adultos sí se vieron afectados por la estructura morfológica de la palabra aprendida. Los resultados de la presente investigación indicarían que es posible que el mayor conocimiento que los adultos poseen de su lengua marque expectativas más fijas en relación a las estructuras morfológicas que deben poseer ciertos tipos de palabras, en este caso los adjetivos. Podría decirse que en este contexto menos es más: la adquisición de conocimientos específicos resta flexibilidad a la hora de aprender una palabra nueva.