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Los resultados que aquí se presentan forman parte de una investigación más amplia que aborda el análisis contextualizado de las prácticas académicas deshonestas en estudiantes universitarios de la Facultad de Psicología de la Universidad Nacional de Rosario. El mismo tiene por objetivo realizar una descripción de dichas prácticas pero también (a diferencia de la mayoría de las investigaciones realizadas en el área) pretende comprender cuales son las motivaciones que llevan al estudiante a realizarlas. La relevancia de este estudio se centra en que la academia se sostiene en una serie de prácticas situadas y específicas que se encuentran altamente naturalizadas, haciéndose necesaria la visibilidad de las mismas a los propios miembros de la institución. Para tal fin, se realizó un análisis descriptivo de las prácticas académicas deshonestas que estudiantes de sexto año (último año de la carrera) manifiestan realizar y observar en sus compañeros. Se considera que este análisis es el primer paso hacia la comprensión de los motivos que llevan a los estudiantes a realizar tales prácticas. La muestra estuvo constituida por 271 estudiantes de sexto año de la Carrera de Psicología. Los mismos respondieron a un cuestionario elaborado por Sureda Negre, Comas Forgas y Gili Planas (2009), que fue adaptado y ampliado para la presente aplicación. El mismo se distribuye en dos grupos de preguntas, la declaración de conducta propia y la atribución de conducta a otros: copiar de un compañero en un examen; copiar de ?machetes? en un examen; copiar mediante recursos tecnológicos en un examen; dejarse copiar en un examen y suplantar a otra persona en un examen. Los resultados muestran que el 71.2% de los estudiantes respondió que nunca le copió a un compañero durante un examen, sin embargo, el 79.3% expresó que en alguna oportunidad vio que sus compañeros se copiaban. Una situación similar sucede con la copia de ?machetes?, mientras que la mayoría declara no haber utilizado esta forma de copiado, al mismo tiempo, declaran haber visto a sus compañeros hacerlo. Otro resultado para destacar es que más de la mitad de los estudiantes (57.9%) declaró que en una o dos oportunidades permitió que sus compañeros copien de su examen, es un porcentaje muy elevado en comparación a las restantes preguntas referidas a la conducta propia. Podría pensarse que esta conducta no es considerada deshonesta sino como una ayuda al compañero. Los resultados tanto propios como los rastreados en la literatura muestran clara predominancia en las conductas deshonesta a nivel académico atribuidas sobre las admitidas como propias. Cabe preguntarse si se trataría de un fenómeno de temor a ser expuestos frente a los docentes de la Facultad. Este tipo de preguntas se profundizarán en la Fase 2 del Proyecto, mediante discusión de grupos focales. Asimismo, otros son los interrogantes que serán llevados a las discusiones colectivas mencionadas: 1. ¿Los estudiantes copian del mismo modo en todas las materias?, 2. ¿Qué piensan los estudiantes respecto a sus docentes en estos temas?, 3. ¿Copiar o no depende de las características del docente?, 4. ¿Qué lugar juega el plagio? ¿Cuánto de ese plagio es por desconocimiento?