IRICE   05408
INSTITUTO ROSARIO DE INVESTIGACIONES EN CIENCIAS DE LA EDUCACION
Unidad Ejecutora - UE
artículos
Título:
Parsons hoy de Angel Nebbia Diesing (Coord.) Reseña
Autor/es:
NADIA ALASINO
Revista:
Temas y debates
Editorial:
UNR Editora
Referencias:
Lugar: Rosario; Año: 2011 p. 169 - 173
ISSN:
1666-0714
Resumen:
En el campo de las ciencias sociales, quien desea investigar un problema en profundidad se siente siempre obligado a realizar un pasaje por los orígenes que conformaron la base de la disciplina, ya que en éstos encuentra una riqueza de hipótesis, de atisbos, de ambigüedades, que los convierte en una fuente inagotable de inspiración y de invención (De Ípola, 2004). Es por esta razón que en el análisis sociológico encontramos un interés constantemente renovado por la obra de los convencionalmente considerados clásicos (Girola, 1999). Parsons Hoy, es el reflejo de este interés, centrado en la obra que representa uno de los últimos y más fructíferos esfuerzos por conformar una teoría general de la sociedad (Rocher, 1985). Constituido por una introducción y seis ensayos, el libro aquí reseñado aborda aspectos abiertos y polémicos de la obra parsoniana (Fernandez Reyes, 2010), a partir de claves de lectura crítica que buscan profundizar la reflexión teórica. En la introducción, elaborada por Otto Fernández Reyes, se presenta el contexto de producción y recepción de la obra de Parsons. Se destaca que desde la publicación de La estructura de la acción social en 1937, hasta la década de los setenta, la obra de Parsons fue alabada, y enfrentada e ignorada. En América Latina, fue centro de críticas al haber constituido el sustento de la sociología del desarrollo, lo cual condujo al menosprecio de su aportación teórica a la caracterización de las sociedades modernas (Girola, 1999). A ello se suman dificultades para la interpretación de la propuesta teórica, debido al carácter abstracto de la misma, a la forma en que es presentada por escrito y a la constante revisión a la que fue sometida por el propio Parsons (Guy Rocher, 1985). A partir de las décadas de los ochenta y noventa, la obra es recuperada. Fernández Reyes atribuye este cambio a una crisis tanto discursiva como teórica, en torno a la historicidad y el rol de los actores en la modernidad, que permitió una lectura menos conservadora de la obra parsoniana. Se valoriza su contribución a la reformulación de hipótesis y suposiciones teóricas de importancia para la teoría social. En esta clave de lectura se ubican los seis ensayos incluidos en el libro. En primer lugar, el texto de Lidia Girola, Anomia e individualismo en la obra de Talcott Parsons, analiza “... dos elementos que conforman la percepción parsoniana de la modernidad cultural: la anomia y el individualismo” (Girola, 2010: 26). Rastrea las fuentes teóricas en Durkheim y Weber, desarrollando solamente la influencia de Durkheim en la construcción parsoniana de la anomia. Destaca asimismo el aporte que realiza Parsons a estas fuentes, interpelando esta construcción en los aspectos que supone débiles, como en el caso del individualismo institucionalizado, su etnocentrismo, la ausencia de tratamiento del problema del poder y el excesivo peso otorgado a los factores religiosos. Finalmente, debemos resaltar en este artículo el esfuerzo que realiza la autora por destacar aquellos elementos que considera útiles en términos de las problemáticas de investigación actuales, mostrando cómo ambos temas forman hoy parte de una discusión que incluye los fundamentalismos étnicos y religiosos, y los procesos de despolitización (Fernández Reyes, 2010). En segundo lugar, el libro incorpora una traducción al español del texto de Zigmunt Bauman Understanding as the work of reason: Talcott Parsons (Comprender cómo la tarea de la razón: Talcott Parsons) . En este escrito Bauman rastrea elementos de raíces husserlianas en el pensamiento de Parsons. Observa que el método y el objeto del análisis de Parsons son de “agudeza fenomenológica”, ya que el objeto de su investigación nunca fueron las formas específicas de la acción, sino las condiciones de posibilidad de la acción social. Discute Bauman, asimismo, el lugar de la motivación de la acción en el análisis sociológico –tema de interés para el desarrollo teórico actual- concluyendo en una afirmación sobre la relevancia del plano subjetivo como ángulo analítico en la reflexión social. Encuentra Bauman que tanto en Parsons como en Husserl la subjetividad persiste como principio metodológico, pero es analizada sin tomar en consideración las características de los actores concretos. El objeto de la comprensión deja de ser el motivo de la acción de los actores, para centrarse en las relaciones necesarias entre los distintos elementos de la estructura social. En tercer lugar, el texto de Joseph Ferraro, titulado Algunas reflexiones sobre Parsons, Marx y Engels, realiza un análisis comparativo de los aportes de la tradición funcionalista y la marxista a la caracterización de la sociedad capitalista, enfatizando los puntos de convergencia. Ferraro entiende que existe “… para Marx y, podemos decir también que para Parsons, una compatibilidad estructural entre definiciones jurídicas, leyes, la cultura común y la función del Estado con la economía…” (Ferraro, 2010: 130). La fortaleza de este trabajo se centra en la capacidad que demuestra el mismo para poner en cuestionamiento una lectura predominante en la discusión sociológica, la cual resalta las divergencias entre las mencionadas tradiciones teóricas. No obstante, el desarrollo de los argumentos llega en ciertos puntos a “trasladar” términos y conceptos de una a otra de las construcciones teóricas, lo cual puede llegar a provocar algunas confusiones en el lector. En cuarto lugar, Ricardo Falomir Parker, en Parsons y Freud: encuentros y desencuentros, introduce un análisis sobre cómo se incorpora en la obra de Parsons la producción de Freud. El autor destaca que Parsons recurre al psicoanálisis al enfrentarse a la problemática de cómo las normas sociales devienen hechos internos a los sujetos y deseados por los mismos. Destaca tres momentos: el descubrimiento de Freud, con La estructura de la acción social publicada en 1937; la incorporación plena de Freud a su teoría de la acción en 1951; y la integración de la sociología con la teoría psicoanalítica, reunida en los ensayos de 1964. Podemos objetar, sin embargo, que esta distinción de momentos en la obra de Parsons no es explotada en el desarrollo del capítulo. Falomir Parker cuestiona el “ensamblaje” que realiza Parsons entre la teoría sociológica y la teoría psicoanalítica. Hace referencia a cómo aparece en la obra de Parsons la internalización de las pautas culturales. Resalta que en su esquema teórico este proceso no sucinta contradicciones o conflictos en el nivel de la personalidad. Y observa cómo, por el contrario, en la obra de Freud la identificación e internalización nunca ocurren de manera armónica. En quinto lugar, Armando Cisnero Sosa analiza la teoría parsoniana de los movimientos sociales con especial referencia al caso del mccarthysmo, en el capítulo titulado Ciencia y crítica política en la obra de Parsons: el caso del mccarthysmo. Examina un artículo elaborado en el año 1954, McCarthyism and American Social Tension: A Sociologist’s view . Cisnero Sosa destaca la inclusión de la dimensión histórica en el análisis sociológico de Parsons sobre el mccarthysmo, ya que representará con posterioridad un principio metodológico fundamental para autores funcionalistas, como Gino Germani. Asimismo, este artículo constituye para Cisnero Sosa uno de los textos de Parsons donde se puede observar con mayor claridad la dimensión crítica y polémica de su producción. Finalmente, el libro cierra con un artículo de autoría del coordinador del mismo, Ángel Federico Niebbia Diesing, titulado El sistema general de la acción en la teoría de Talcott Parsons. El autor propone llevar el esquema del sistema general de la acción a un estado de modelo ontológico. El carácter ontológico lo encuentra Nebbia Diesing en los elementos permanentes, esenciales del sistema teórico parsoniano. Construye un esquema interpretativo, cuya novedad consiste en que en el mismo se explicitan las características que cobran cada una de las orientaciones de la acción (cognitiva, valorativa y catética) en cada uno de los niveles del modelo parsoniano (conductual, de la personalidad, social y cultural). Quizás, por la cercanía que existe entre las perspectivas aquí propuestas y las desarrolladas por Bauman, ambos artículos deberían haber sido presentados de manera consecutiva. En términos generales, consideramos que es desigual el esfuerzo de los artículos por explicitar la conexión entre la producción parsoniana y las problemáticas de interés sociológico actuales; desarrollo que creemos brindaría mayor fortaleza a los análisis. Asimismo, el libro exhibe cierta desprolijidad de edición y corrección ortográfica. Todo lo cual, no constituye un obstáculo para afirmar que el libro en su completitud presenta una lectura crítica que desoye los estereotipos convencionales en torno a la obra de Talcott Parsons y muestra la riqueza contenida en la misma.