Una mirada a las enfermedades genéticas en perros de raza, determinación y planeamiento de cruzas responsables

GABRIELA L. MÜLLER

Congreso; Sociedad de biología de Rosario; 2019

La mayoría de las razas de perros domésticos (Canis lupus familiaris) se desarrollaron en los últimos doscientos años como resultado de una selección directa realizada por el hombre a fin de cumplir con requisitos de trabajo o estéticos. La creación de razas generalmente se inicia mediante el aislamiento reproductivo de un pequeño número de animales iniciales homogéneos con características específicas o, alternativamente, se combinan los parentales de múltiples razas con los fenotipos deseados. En cualquiera de los dos paradigmas, los efectos buscados de los progenitores reducen la diversidad genética de la raza, con efectos potencialmente nocivos. Por otra parte, las estrictas selecciones de características morfológicas y de comportamiento han producido un sistema inimitable para identificar variantes genéticas y comprender sus consecuencias biológicas sobre los rasgos de los mamíferos y la susceptibilidad a enfermedades. Además, la misma presión selectiva que redujo la heterogeneidad fenotípica y genotípica dentro de las razas genera una arquitectura genómica-demográfica única que ha facilitado el estudio de las razas de perros, lo que lleva a la identificación de genes subyacentes a rasgos morfológicos simples y complejos. Asimismo, el conocimiento de las enfermedades genéticas en perros ha posibilitado identificar y estudiar genes en humanos, con potenciales implicancias en la salud. Así, entre las enfermedades más ensayadas se destacan las patologías raras, las enfermedades autoinmunes, los trastornos neuromusculares, el cáncer, entre otras. El advenimiento de nuevas tecnologías de secuenciación genómica masiva y de herramientas bioinformáticas disponibles para su análisis, permite identificar cambios genómicos resultantes de la selección artificial producida en los caninos y permite expandir nuestra comprensión genética de la variación morfológica y sus orígenes. En relación a esto, cabe destacar, que el sello distintivo de una enfermedad genética es la capacidad de poder predecirla, lo cual permite controlar la propagación de genes defectuosos a través de una cruza responsable. Asimismo, posibilita el tratamiento preventivo en los perros; permitiendo evitar o disminuir su impacto. Al tratarse de enfermedades genéticas, necesitamos comprender la posible variación de los fenotipos afectados y cómo identificar los portadores no afectados y los individuos afectados clínicamente. Finalmente, el aumento de la frecuencia de enfermedades en una población genéticamente homogénea crea oportunidades para el aumentar el conocimiento relacionado a los genes que la producen.