Producción de bioetanol a partir de efluentes de la industria de gaseosas

RAUL N. COMELLI; DINO L. INGARAMO; KEVIN J. SCHANTON; LISANDRO SELUY; MIGUEL A. ISLA

La Plata

Simposio; Simposio Argentino de Procesos Biotecnológicos; 2012

Universidad Nacional de la Plata

st1:*{behavior:url(#ieooui) } Los “biocombustibles”  pueden sustituir parcialmente el consumo de combustibles fósiles tradicionales (petróleo y carbón), constituyen una fuente de energía renovable y su producción tiene bajo impacto ambiental. Si bien en Argentina se ha propiciado y expandido la producción de bioetanol y biodiesel datos recientes publicados por la Secretaría de Energía de la Nación indican que la industria azucarera aún no pudo realizar las reformas técnicas necesarias para abastecer el mercado interno de bioetanol. Por otra parte, dado que las materias primas tradicionalmente utilizadas para la producción de biocombustibles son generalmente las mismas que se destinan a consumo alimentario, resulta de interés la exploración de fuentes alternativas. Nuestro grupo de trabajo visualizó algunos efluentes de la industria de gaseosas, en particular aquellos generados por el “descarte” (gaseosas fuera de especificación durante el proceso de elaboración, devolución desde góndola por falta de gas o vencimiento, entre otros), como medio para la fermentación alcohólica mediada por levaduras. Los azúcares (en una concentración entre el 10 y 12 % p/v) son los principales responsables de la alta Demanda Química de Oxígeno (DQO) de estos efluentes, la que puede llegar a valores de 140000 mgO2/L. Ello constituye un gran problema desde el punto de vista económico y ambiental, debido a los costos de almacenamiento y las operaciones de tratamiento a que deben ser sometidos estos efluentes previo a su disposición final en un curso receptor. Asumiendo un rendimiento típico de este tipo de fermentaciones de 0.50 getanol/gazúcar, podrían obtenerse concentraciones de etanol de alrededor del 5 %. Según datos reportados por la Cámara Argentina de la Industria de Bebidas sin Alcohol, en el país se comercializan alrededor de 4500 millones de litros de bebidas gaseosas por año, de las cuales el 35% corresponde a las “light” (no poseen azúcares fermentables). Asumiendo conservativamente un descarte del 1% de las gaseosas comunes, su destino a la producción de bioetanol permitiría obtener alrededor de 1500 toneladas/año de bioetanol.