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Hablar de Chagas es hablar de una realidad multidimensional que va mucho más allá de los factores exclusivamente biomédicos que lo caracterizan, dado que se trata de un problema complejo íntimamente vinculado a los aspectos socioculturales y condiciones político económicas de las regiones endémicas de América Latina. Se trata de uno de los problemas de salud pública más graves del continente, existiendo en la región al menos 18 millones de personas infectadas. Sin embargo, desde sus primeras caracterizaciones hasta la actualidad, el Chagas como entidad se ha ido separando cada vez más de las personas que conviven día a día con esta dolencia o con los insectos que la transmiten (conocidos en Argentina como vinchucas o chinches). Actualmente el problema se encuentra fraccionado según las disciplinas implicadas (cardiología, entomología, parasitología, etc.) y este fraccionamiento se ha dado en perjuicio de un verdadero abordaje integral para su control y tratamiento. El Chagas se ha convertido entonces en un complicado rompecabezas cuyas piezas están lejos de ser ensambladas si no se toma en cuenta la mirada de los principales protagonistas: las personas que presentan serología positiva o que viven bajo el permanente riesgo de infectarse. Considerando que el desafío para lograr avances en la lucha contra este flagelo es integrar de una vez sus partes, sostenemos que un punto de partida es escuchar y conocer qué piensan y qué tienen para decir al respecto los habitantes de las regiones endémicas. Por ello, con esta propuesta se intenta llevar a cabo una reconstrucción de la problemática del Chagas a partir de las concepciones de los actores, rescatando los saberes locales o populares, para dar sustento sólido a las acciones de prevención y autocuidado que intenten promoverse desde distintos sectores.